DESAHUCIOS Y SUICIDIOS

DESAHUCIOS Y SUICIDIOS

Anoche he tenido que apagar de nuevo el televisor ante el espanto que me ha producido un nuevo intento de suicidio en Burjassot, tras el ocurrido dos días antes en La Chana granadina, cuando ambos ciudadanos iban a ser desahuciados por terroristas usureros.

Ese, y no otro, es el calificativo que merecen los asesinos de guante blanco, pues quien provoca el suicidio de un ciudadano por un afán de usura desmedida, mientras perdona deudas millonarias a los partidos políticos, es un terrorista financiero. Depredadores que no matan para sobrevivir como hacen los animales, sino para darle unos metros más de eslora al barco que atracan en Puerto Banus.

No obstante, amigos, por mucho que la realidad se empeñe en demostrar lo contrario, sigo pensando que la naturaleza humana se dirige espontáneamente hacia la armonía, el equilibrio, el afecto y la concordia. La depredación no es propia de la raza humana y sólo anida en corazones rotos de extraños homínidos todavía por catalogar, que van por los despachos en taparrabos morales.

Nada hay bueno detrás de la usura, ni el cumplimiento de una ley de 1909 consuela el estrago social que provoca. El desahucio espanta los más nobles sentimientos del ser humano. Conculca los derechos naturales básicos. Enaltece la sinrazón. Y lo que es peor, despierta malos instintos en los desahuciados, provoca el desprecio ciudadano y abre las puertas a la guerra social, como advirtió Schiller al ver que los sajones se transformaban en caníbales.

La enfermedad de nuestro tiempo no se llama cáncer, ni infarto, ni parálisis, sino codicia, ambición y poder, detestable trinidad que ha llevado al matadero a 85 millones de personas en el siglo pasado, y amenaza con mejorar la cifra en el presente.

Nada hay más importante que la vida, amigos, nada. Y los jóvenes tienen que gritarle a los ángeles exterminadores en las narices que su principal misión es existir, ser, y que sus ocupaciones con la vida no les dejan tiempo libre para morir. Ese es el principio del ser humano, porque con la muerte todo termina. Por eso, incluso una larva acomodada en las entrañas de un cadáver, representa algo más que los restos de carne que le han dado vida.

HISTORIAS DEL SOCIALISMO ESPAÑOL

HISTORIAS DEL SOCIALISMO ESPAÑOL

Invitado por los organizadores del acto, asistí ayer tarde en la Facultad de Historia de la Universidad de Salamanca a la presentación de dos libros, – a cual de ellos más interesante -, aunque sólo prestemos atención a la obra del profesor Antonio Muñoz titulada “El amigo alemán. El SPD y el PSOE, de la dictadura a la democracia”.

Quiero dejar en esta bitácora tres páginas desconocidas de la historia del socialismo español que el autor desvela en las páginas de su libro para asombrar a propios y extraños, en el primer caso; en el segundo, para desmitificar la propaganda oficial socialista; y en el tercero, para recordar a los militantes del partido la consecuencia de la obcecación de sus líderes oficiales.

En el primer caso, declaran los profesores Charles Powell y Antonio Muñoz que no existen actas ni otros documentos del partido socialista, sencillamente porque al intentar digitalizarlos desaparecieron los originales y los CDs correspondientes, sin que nadie sepa dónde están tales los documentos. Es decir, no hay base documental donde investigar la historia interna del PSOE.

Por otro lado, el mito del apoyo inicial del PSD a PSOE se diluye al comprobarse que el Partido Socialista Alemán optó por ayudar al franquismo, convencido que el transito de la dictadura a la democracia iría por mejor camino si las autoridades del régimen apreciaban las ventajas del régimen democrático y su integración en Europa.

Y, finalmente, los megaterios del PSOE capitaneados por su líder oficial en el exterior, Rodolfo Llopis, se opusieron al apoyo que quiso dar el PSD a los renovadores socialistas que luchaban en el interior contra la dictadura, liderados entonces por Tierno Galván, – expulsado del PSOE por mantener esos contactos -, ocasionando la escisión y el desplome del partido, que no levantó cabeza hasta el congreso de Suresnes en 1974, con el apoyo de la Internacional Socialista.

SER UNO MISMO

SER UNO MISMO

En el templo original de Delfos estuvieron escritos los tres principios de la sabiduría, sin hablar del cielo y el infierno, ni mencionar a Dios, ni argumentar que en el temor a Él estaba el principio de la sabiduría.

Las huellas marcadas en este centro del universo, patria del oráculo, fueron esculpidas por manos eternas en el frontispicio de la sabiduría, descubriendo al mundo la existencia más pura en este sencillo lema: “Sé tú, conócete a ti mismo y mantén la mesura”.

Tal camino marcado junto al Parnaso aconseja someter todos los bienes materiales a la posesión de uno mismo, como forma de llegar al imposible nirvana personal predicado en latitudes ajenas a todo materialismo.

La propuesta de doblegar lo externo, caduco y contingente a la inagotable vida interior, es la ruta más directa para llegar al fondo de nosotros mismos donde nos espera la vida purificada que anhelamos.

En la intimidad del empíreo edén personal camina la autenticidad abrazada a la lealtad que nos debemos a nosotros mismos, llevando de la mano la sinceridad más limpia, junto al séquito reconfortante de amistad que nos congrega en torno a la solidaridad, el altruismo y la entrega mutua.

Nos obliga este compromiso a caminar por el mundo sin máscara, disfraz ni atrezzo ocasional que impida lucir ante el espejo el propio rostro y descubrir la arquitectura del mundo interior, mostrando sin reparos las fibras espirituales que conforman nuestro principio vital interno.

EL FRAUDE FISCAL NO TIENE SOLUCIÓN

EL FRAUDE FISCAL NO TIENE SOLUCIÓN

Quienes hubieran leído el original de este artículo se sorprenderán al ver que el actual nada tiene que ver con el anterior.

Efectivamente, la confianza en un amigo bienintencionado que me envío los datos que utilicé para escribir el artículo, me impidió contrastar las noticias que me mandaba. Pero otras tres personas – dos amigos y un desconocido – me han advertido sobre los «añadidos» que en tal reseña se consignaban, obligándome a ir a las fuentes originales para comprobar que en el artículo de Vicenç Navarro, publicado el 21 de octubre no aparece ninguno de los nombre referidos por el primer amigo, que yo cometí la ingenuidad de creerme y reproducir en esta bitácora.

Asumiendo la responsabilidad que me corresponde, pido disculpas a las personas citadas en aquel artículo y «prometo que no volverá a ocurrir», al tiempo que exculpo a mi informador porque él también cayó en la trampa que le tendió su hermano sin segundas intenciones.

No es el temor a la justicia lo que me lleva a la corrección, sino en estricto servicio a la verdad que siempre he tenido como guía en mis actuaciones.

Queda dicho.

CENSURA TARDOFRANQUISTA

CENSURA TARDOFRANQUISTA

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La prohibición de grabar imágenes sobre las manifestaciones ciudadanas, recuerda la censura franquista promovida por el director general de seguridad del régimen, don Gerardo Caballero, cuando prohibió en el artículo 10 de la “Cartilla del Censor” toda correspondencia en la cual se manifestara: “clara o veladamente, situaciones de angustia de la nación por escasez de elementos, artículos de comer, beber o arder, censura de actuación de cualquier ramo del Estado, agitaciones de orden público o político, críticas a la Administración, derrotismo” o cualquiera acción que pudiera mermar el prestigio del sistema Nacionalsindicalista.

No perciben los censores del actual régimen que la democracia desautoriza sus pretensiones; los medios de comunicación contravendrán sus órdenes; y los ciudadanos impedirán que se pongan puertas al mar de la libertad, por mucho que los recortadores se empeñen.

En el año 2012 es imposible reproducir la eficaz red de censura postal, telegráfica, telefónica y radiofónica impuesta en 1941 por los 107 censores del régimen franquista que estaban repartidos en Centros de Censura por toda España, habilitados para impedir la difusión de imágenes y noticias que perjudicaran al Directorio militar.

A pesar de ello, entristece la pretensión del Gran Hermano y decepciona su intención de jugar con la libertad de expresión por estéril que sea su proyecto, pues hoy cada ciudadano lleva una cámara en el bolsillo y una pancarta reclamando libertad en la recámara del su alma democrática, dispuesta a ser disparada contra los censores anacrónicos trasnochados.

SOCIALISTOS VS. SOCIALISTAS

SOCIALISTOS VS. SOCIALISTAS

La pérdida de nueve escaños en Euskadi y siete en Galicia pone a los socialistos en grave aprieto frente a los socialistas, ya cansados de que los primeros no dejen de mirarse al ombligo mientras ellos mantienen la disciplina ideológica sin quitarse el esparadrapo de la boca, salvo algunos como este bloguero, condenado al socialismo vocacional sin filiación política.

No pretendo hacer leña del árbol caído ni recrearme en el dolor ajeno, pero vengo reclamando desde hace años en la prensa y en este blog una necesaria catarsis en el socialismo español para eliminar a los socialistos que hoy están de nuevo lamiéndose las heridas ensimismados en el santuario de Ferraz y mirándose al espejo roto, sin percibir que el martillazo se lo han dado ellos mismos con sus aspiraciones desmedidas por seguir llevando las riendas de un caballo desbocado que terminará por despeñarse si los socialistas no lo remedian, como ya dije a los oídos sordos de los socialistos, con motivo de su 38 Congreso.

Negar la tozuda realidad conduce al suicidio, pero los sesudos analistas de la rosa no parecen darse cuenta de ello, permitiendo que la carcoma destruya el proyecto socialista de quienes apuestan por un ideario de valor indiscutible, descolorido por los socialistos que siguen perdiendo elecciones sin percibir que tienen mucha culpa en el hundimiento.

De nuevo está la pelota en el tejado de los militantes socialistas que tienen la obligación de moverse, aunque no vuelvan a salir en la foto, y decir en voz alta lo que pregonan por las esquinas. Hay que forzar las ventanas, abrirlas de par en par y dejar que corra el aire. Urge la renovación de caras, ideas, compromisos, programas y actitudes. Rostros con auténtica vocación de servicio público, sin atisbo de interés por perpetuarse en los cargos, ni hacer profesión política.

Ya no vale mirar para otro lado, ni silenciar la autocrítica, ni esconder la crisis bajo las alfombras, ni poner parches Sor Virginia. Urge el relevo, la renovación sin paliativos, la regeneración, el rearme moral y la imaginación para reinventar un nuevo partido sobre los cinco valores que han sustentado durante tantas décadas el verdadero y honrado socialismo.

Superar el gran esperpento de la continuidad, es la tarea. Esos espejos deformantes que Valle Inclán nos dejó en el callejón del gato, donde los socialistos observan una realidad distorsionada que les lleva a ceguera social,  empeñados en verlo todo a través del espejo cóncavo irreal  que conduce a una galopante presbicia mental, llevándose por el camino preciados valores que a todos pertenecen.

PEDIR PERDÓN

PEDIR PERDÓN

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La escuela de la vida me ha dado ayer la oportunidad de aprender una nueva lección en edad tardía, cuando la insolente vanidad presumía de estar de vuelta en el camino hacia lo inesperado y la rutina se antojaba monótona costumbre cotidiana.

Velada reflexiva tuve antes del sueño para cerrar el pensamiento concluyendo que hay más grandeza en la solicitud de perdón por una ofensa cometida, que en el otorgamiento  de indulto por parte del ofendido.

Perdonar exige simplemente unas gotas de generosidad, algo de comprensión y mínimo esfuerzo para llevar el ultraje recibido al rincón más oscuro de la memoria donde habita la zona del olvido, trituradora de todo aquello que empobrece el alma con la venganza.

Pero solicitar indulgencia requiere autocrítica sobre la actitud tomada; dolor por el daño infringido; arrepentimiento del hecho cometido; sinceridad en el reconocimiento del perjuicio causado; propósito de no volver a repetirlo; humildad para reconocer el daño inducido; y valor moral para demandar perdón al agraviado.

En tiempos donde los oprobios se resuelven gritándole al vituperado “¡y tú más!”, complace oír petición de gracia por una afrenta recibida. En tiempos donde pocos reconocen errores cometidos, satisface recibir solicitudes de condonación por insultos proferidos. En tiempos donde la petición de absolución es una quimera inalcanzable para la mayoría, deleita otorgar el perdón y abrazar a quien hace público su arrepentimiento.