MÁS SOBRE MAS
Una vez más viene Mas a esta bitácora por méritos propios y sentimiento ajeno, para decirnos lo contrario que aseguraba hace apenas doce años, cuando el sentido común dictaba su vocación política, dislocada hoy por razones que sabremos algún día no muy lejano.
“El concepto de independencia lo veo anticuado y un poco oxidado”, declaraba don Artur-Arturo hace una década, sin despeinarse y con la misma sonrisa de conejo que esboza permanentemente ante las cámaras, sin descomponer la figura ni mover un pelo de su cabello.
Añadía, con la misma firmeza que hoy dice lo contrario, que España no era Yugoslavia y además “entre Cataluña y España existen suficientes lazos e historia compartida como para tener muy presente este bagaje común, que se manifiesta incluso en la composición demográfica de Cataluña”.
Así pensaba antes de ayer el honorable presidente de la Generalitat catalana, cuando apostaba por una “España plurinacional” y unida, considerando una grave irresponsabilidad “llevar al país hacia un camino que significara una frustración colectiva”, como pretende hacer actualmente, porque la quiebra social que se avecina en Cataluña será recordada durante siglos, sin que nadie pague sus culpas por ello desde el valle de Josaphat donde todos estaremos entonces, recordando que Cataluña aspiraba a mantenerse en el Estado español, como pregonaba Mas en 2002, sin más añadidos ni condiciones.