VICTORIA KENT

VICTORIA KENT


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Fue el 22 de septiembre de 1987 cuando murió en el exilio americano a los noventa años, la abogada malagueña y diputada en las Cortes republicanas constituyentes de 1931, Victoria Kent, que compartió mítines con Unamuno, ocupo la Dirección General de Prisiones y fue la primera mujer que intervino en España en un consejo de guerra, defendiendo la absolución de don Álvaro de Albornoz.

Reformadora de las cárceles españolas para conseguir la rehabilitación de los presos, eliminó cadenas, suprimió grilletes, adecentó celdas, mejoró la alimentación, autorizó la libertad religiosa, concedió permisos por razones humanitarias, eliminó celdas de castigo, creó el Cuerpo Femenino de Prisiones, puso en marcha el Instituto de Estudios Penales y clausuró 114 cárceles porque no reunían condiciones que permitieran recuperan a los internos para la vida social, compartiendo el ideario de Concepción Arenal de odiar el delito y compadecer al delincuente.

Todo ello en su haber, pero las discusiones con Clara Campoamor, oponiéndose al voto de las mujeres por considerarlas insuficientemente preparadas para ello, advirtiendo que su incultura social y política las llevaría a votar masivamente a la derecha, le costó la salida del Congreso en noviembre de 1933, dedicándose durante la guerra civil a crear refugios para niños y a evacuarlos Francia, refugiándose en la embajada mexicana para huir del Gobierno de Vichy que la buscaba por orden de las autoridades franquistas.

Victoria Kent acabó muriendo en Nueva York en 1987, pero sus restos incinerados descansan en la ciudad de Redding perteneciente al estado de Connecticut, ocultando entre sus cenizas el arrepentimiento por rechazar el sufragio universal, en contra de sus convicciones, pensando que así evitaría el triunfo electoral de la derecha.

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