EL DÍA MÁS LARGO
Los americanos grabaron en celuloide “el día más largo” de la Segunda Guerra Mundial, contando al mundo la invasión llevada a cabo por los aliados la madrugada del martes 6 de junio de 1944 en las playas de Normandía, para terminar con la expansión nazi, la vida de Hitler y la salvaje guerra que se llevó por delante a millones de seres humanos, sin justificación alguna.
Esa mañana del “día D”, diez divisiones americanas, británicas y canadienses tomaron la playa donde desembarcarían 250.000 hombres y 50.000 vehículos que avanzaron por territorio francés hasta liberar París el 25 de agosto, con la inestimable ayuda de la resistencia francesa que colaboró con las brigadas paracaidistas ocupando la espalda de la primera línea alemana, para evitar la llegada de refuerzos militares nazis.
Nunca mayor matanza libertadora fue tan agradecida ni felicitada. Nunca como entonces el infierno de una playa se convirtió en el cielo redentor. Nunca hubo más trágica paradoja que la muerte salvadora de vidas, porque de haber continuado con éxito la barbarie nazi, ahora no existiría siquiera la raza aria que pretendían, pues se habrían aniquilado entre ellos.