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TEMBLAD, TEMBLAD AMIGOS

TEMBLAD, TEMBLAD AMIGOS

En la precampaña de las elecciones que le llevaron a la Moncloa, Rajoy dijo a los españoles en Soutomaior que no subiría los impuestos y que fortalecería la educación y la sanidad. Un año después, en el comienzo de la precampaña gallega y vasca, afirmaba ayer en el mismo escenario que las cosas estarán mejor en junio de 2013.

 Temblad, pues, amigos porque eso significa que en el verano de 2013 la mayoría de ciudadanos que sobrevivan a la que nos espera a partir del 21 de octubre, – un segundo después que se cierren las urnas -, estarán mucho peor de lo que ahora están.

No es que yo tenga especiales dotes de profeta. Hasta el más lerdo del país sabe que esa es realidad que nos espera, a juzgar por los sucesivos incumplimientos y engaños del presidente, haciendo lo contrario de lo que prometió hacer.

Recordad que en diciembre dijo: “No subiré los impuestos porque eso se traduciría en más paro y recesión”. Once días después subía el IRPF y el IBI, incrementando ahora el IVA, lo que significa, según sus palabras, que pretende aumentar el paro y la recesión.

Prometió que el PP no abarataría el despido. Y el propio Luis de Guindos calificó de “extremadamente agresiva” la reforma laboral que impuso a los trabajadores quien dijo que no haría tal cosa.

Tras calificar de frívola “ocurrencia” la amnistía fiscal propuesta por el de León y considerar un “grave error” el impuesto de sociedades, tuvo Rajoy la misma ocurrencia y cometió idéntico error al criticado por él.

Juró ante los santos evangelios de la verdad que iba a meter la tijera a todo, menos a la sanidad, la educación y las pensiones. ¿Alguien sabe qué hizo después?

 La justificación que ha dado el presidente a los incumplimientos de promesas y mentiras electorales es que ha tenido que hacer lo contrario a lo prometido porque no ha tenido más remedio, pero que lo ha hecho como Dios manda, aunque haya otros remedios y Dios no le haya mandado nada.

A pesar de ello, los ciudadanos acudirán a las urnas el día 21 de octubre con la papeleta del partido correspondiente en el bolsillo, convencidos del engaño que les espera, y serán minoría los que voten en blanco para botar de una vez a los políticos de todos los colores que están denigrando la democracia con insultos a la inteligencia ciudadana y mentiras que ofenden al más elemental común sentido.

CON SU PERMISO, PRESIDENTE

CON SU PERMISO, PRESIDENTE

Los millones de sufridores que ayer no tuvimos oportunidad de preguntar al presidente en la rueda de prensa que concedió en el palacio que le hemos prestado, nos tuvimos que conformar con ver, oír y comentar sus palabras a la familia o amigos, como voy a hacer yo con los visitantes de esta bitácora.

1 – Aceptar que los recortes no han producido los efectos esperados y seguir con ellos dice poco a favor del Gobierno, porque la perseverancia en el error conducirá a la quiebra total.

2 – Pasar la tijera por los servicios públicos básicos, funcionarios y parados, manteniendo el número de políticos, sus sueldos, complementos y privilegios, llevará a las barricadas.

3 – Sanear los bancos con dinero público para que luego éstos endeuden a los ciudadanos con créditos que benefician a los prestamistas, es un insulto al pueblo.

4 – Reducir el déficit no es opinable, de acuerdo. Pero la impunidad con que se pasean los despilfarradores por la vida pública es un agravio intolerable, preludio de rebeldía.

5 – Asegurar el mantenimiento de las pensiones es el preaviso al tijeretazo que espera a los jubilados, como sucedió con la subida del IVA y la reducción de prestación por desempleo.

6 – Ocultar que todos los tijeretazos suman tanto como el rescate financiero para que los banqueros no pierdan la sonrisa, es una burda maniobra que no merece el indulto.

7 – Guardar en la agenda las medidas que van a aplicarse en el inmediato futuro, diciendo que se hará lo que convenga a los españoles, es descalificar al pueblo que se gobierna.

8 – Silenciar que desde hace cinco meses la situación económica y social del país ha empeorado sensiblemente, multiplicando el descontento ciudadano, es un fraude moral.

9 – Pretender hacernos creer el calvario que está pasando el presidente por tomar medidas tan dolorosas, incómodas y desagradables, es jugar con el sentido común de los votantes, porque el señor Rajoy está donde está por deseo personal y sin ser obligado a ello. Nadie acepta el sufrimiento cuando éste puede evitarse, salvo que los beneficios que reporta compensen sobradamente el quebranto que ocasiona.

10 – Finalmente, tras los aplausos parlamentarios por los recortes y el “que se jodan” de la señora Fabra, los populares han disfrazado sus sentimientos de teatralidad política escénica, guardando silencio o poniendo caras tristes mientras presiden el desfile de funcionarios, desempleados, obreros y discapacitados por las calles de la España, acompañados en la tribuna por banqueros, prelados, estafadores y políticos de todos los colores.

EJEMPLARIDAD

EJEMPLARIDAD

Esa es la clave y así lo ha entendido François Hollande al decir en la televisión francesa que el problema de los políticos con los ciudadanos “es una cuestión de ejemplaridad”. Tal vez por eso, él y todos los ministros se han rebajado un 30 % el sueldo, algo más a los diputados y un 40% a los funcionarios de alto nivel, recuperando así 4 millones de euros para la escolarización y sustento de hijos de madres solteras.

Desaparición de privilegios a los políticos y eliminación del nepotismo, son otras recetas que está aplicando Hollande en el país vecino para demostrar a los ciudadanos que si hay que sacrificarse, los políticos han de tomar la delantera al pueblo. Tal vez por eso ha subastado los coches oficiales y dedicado los beneficios al «fondo de bienestar».

Igualmente, ha aumentado el 75 % la tributación a los que ganan más de 5 millones al año, utilizando los beneficios para contratar el 1 de septiembre a 50.000 profesores, suprimiendo también la subvención directa de 2,3 millones a la enseñanza privada que empleará en construir 3.700 escuelas de primaria. Finalmente, ha establecido un «bono cultural» eximiendo de impuestos a los libreros que contraten licenciados en paro.

Algo muy diferente a lo que está sucediendo en España, donde nuestros putos padres políticos, quiero decir padres políticos putativos, mantienen los mismos sueldos, idénticos privilegios y abusivo enchufismo para hijos, maridos, hermanos, parientes y amigos, en Instituciones públicas y empresas privadas influenciadas por los padrinos.

Queridos políticos, están ustedes jugando con dinamita de elevada pureza y la sordera que están manifestando a la demanda social de ejemplaridad, acabará estallando en sus manos haciendo que los detritus lleguen a la Antártida, si continúan insultando al pueblo y despreciando el sentido común de los ciudadanos.

REUNIÓN DE PASTORES…

REUNIÓN DE PASTORES…

La sabiduría profética del refranero español alcanza su más alta cota de certidumbre cuando predice que una reunión de pastores acaba siempre  con la muerte de una oveja.

Eso ocurre cada vez que se reúne el G-7, G-8, G-9, y todos los “ges” del mundo, hasta el 20. Pero también sucede los viernes de dolores cuando el gallego cita a sus ministros en la Moncloa; cuando la hamburguesa levanta la mano en Bruselas; cuando los de Standar & Poor’s se reúnen con su prima; o cuando los banqueros del FMI (Fondo Mundial de Incautadores) se juntan a la llamada de Christine.

Lo penoso es que las ovejas sacrificadas en esas reuniones de pastores universales no dan balidos pidiendo redención, ni topan la cabeza contra la injusticia de los machos cabríos, sino que guardan el silencio de los corderos cuando los impuestos y recortes los llevan del ronzal al matadero.

Ya esquilmados y con la mansedumbre de los bueyes que repudió el poeta de Orihuela, las ovejas humanas se mantienen cabizbajas en el redil normativo establecido por los recortadores que las dejan sin lana y a la intemperie, mientras los esquiladores abrigan con esa lana sus cebadas cuentas corrientes.

PROHIBIR VERSUS EDUCAR

PROHIBIR VERSUS EDUCAR

La censura que la red social Facebook ha impuesto a la revista El Jueves por la viñeta que inserta en su portada en la que aparecen Ángela Merkel y Mariano Rajoy practicando sadomasoquismo, me invita a reflexionar sobre los efectos de las sanciones en la modificación de comportamientos, es decir, plantear la validez del conductismo en la modificación de conductas.

Sin pretender fomentar polémicas entre conductistas y cognitivistas, dejadme advertir que siempre fui enemigo de lograr hábitos socialmente deseables a bases de estímulos, sean éstos positivos o negativos. Tal vez por eso nunca ofrecí dádivas a mis hijos a cambio de buenas notas, ni castigué a los alumnos por malos comportamientos.

Fui siempre partidario de educar persuadiendo, aprovechando la bondad intrínseca que comporta la educación, utilizando argumentos que tuvieran poder disuasorio para incentivar cambios actitudinales codiciados.

Tampoco he sido partidario de llevar la normativa donde no hay espacio para ella, pero he apostado por normas sustentadas en valores como la convivencia o la paz, por muy coactivos que fueran los reglamentos que las contuvieran.

La persuasión cierra el paso a la imposición, facilitando el cambio pretendido. La argumentación es la fuerza capaz del convencimiento. Y las razones los pilares que justifican las exigencias externas.

Prohibiendo se pone coto a los furtivos, pero no se evitan las cacerías, y castigando se doblegan voluntades, pero no se logran adeptos.

SINWERTGÜENZA

SINWERTGÜENZA

Siendo ya tertuliano en tertulias innombrables, el sociólogo Wert exhibió una desvergüenza acreedora de duras calificaciones por su falta de vergüenza. Vamos, que este ministro pilarista en más de una ocasión demostró ser un sinvergüenza, es decir, un hombre sin vergüenza, un atrevido, para entendernos, un osado o si preferís, un descarado.

Lo que desconocíamos quienes cambiábamos de canal cada vez que aparecía en televisión, era la ambición por incluir su nombre en el libro Guinness de los records como el peor ministro de educación de la historia de España, por gracia de su propia gracia, para desgracia nuestra.

Desde su estreno ministerial, leyendo públicamente y con descaro las páginas de un libro sobre educación para la ciudadanía, que no era tal libro de texto sobre educación para la ciudadanía, hasta ayer que por primera vez en la historia los 79 rectores de nuestras Universidades – todos, «hunos y hotros» -, le han dado con las puertas en las narices no acudiendo a la reunión del Consejo de Universidades, este personaje no ha dejado de dar golpes en la herradura.

Un hombre que quiere hablar, pero no negociar; que entiende las peticiones como chantajes; que falta descaradamente al respeto a los profesionales de la enseñanza; que ofende con sus declaraciones; que desprecia la comunidad universitaria; que incumple reglamentos; y que se quita el zapato para golpear en la mesa emulando a Kruschev, imponiendo sus disparates, no puede seguir al frente de un ministerio tan importante para el porvenir de España, en beneficio de la salud mental de la población y del futuro de la juventud.

Esperemos que Rajoy le quite pronto la cartera a este sociólogo, como hizo Arias con el ministro de Carrero autor del disparatado “calendario juliano”, porque es muy peligroso poner tijeras en manos de insensatos que pueden terminar clavándolas en la yugular de la educación, cortando por lo sano el más elemental sentido común.

FRUSLERÍAS POLÍTICAS

FRUSLERÍAS POLÍTICAS

Enturbia el ánimo, pero refresca el humor, dar una vuelta por las hemerotecas donde se guardan bagatelas políticas sin desperdicio, que son verdaderas perlas que regocijan el espíritu y alivian la mortificación en tiempos de cuaresma.


Fue la generosidad de don Eduardo Zaplana responsable de que este político declarara a un amigo: “Estoy en política para forrarme”. Lo que no está claro es si se ha forrado mucho, muchísimo o más todavía.

El presidente Zapatero tuvo la amabilidad de decirle al pueblo que gobernaba debajo de sus angulares cejas, que el precio de un café eran ¡80 céntimos!, sin decirnos en casa de quién le cobraban ese dinero cuando le invitaban.

A doctorazo Federico Trillo, especialista en catástrofes aéreas, se le ocurrió gritar “¡Viva Honduras!”, cuando terminó un acto institucional en El Salvador, sin pudor personal ni perder un solo pelo de vergüenza política.

La “miembra” del PSOE, Bibiana Aido, disfruta de un exilio platinado paseando con botas y minifalda por las calles de Nueva York, en ventajosa y desigual situación con las chicas de su edad, sin dar explicación alguna.

La alcaldesa de Madrid dio una lección de genética homosexual al pueblo ignorante, diciendo: “Si se suman una manzana y una pera nunca pueden dar dos manzanas”. Es obvio, porque lo que da es una botella vacía.

El «hombre» de la anterior señora declaró públicamente que a él le gustaba “la mujer, mujer”, sin molestarse en explicar a los ciudadanos qué quiso decir con tan machota tautología, un machote como él.

A José Blanco debemos agradecerle que diera vida nueva a las paradojas unamunianas, declarando: “Hay mucha gente que no sabe de qué habla. Yo, como sé de qué hablo, me callo”. ¡Manda huevos, que diría el supernumerario!

El actual presidente de Gobierno padeció en tiempos de sequía una preocupante confusión mental transitoria que le llevó a decir: “ETA es una gran nación”, para hacernos olvidar los “hilillos del Prestige”.

Josep Lluis Carod Rovira corrigió en televisión española a un español, diciéndole que no se llamaba José Luis, pero que había  viajado mucho a Bruselas, y alguien le gritó “¡Bruxelles, paisano, Bruxelles!”.