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TEMBLORES EN LA ZARZUELA

TEMBLORES EN LA ZARZUELA

Unknown

Una princesa germana rubia y jacarandosa, ha explosionado una bomba lapa en los sótanos de la Zarzuela, haciendo retemblar los cimientos de la más alta institución del Estado y abriendo grietas en la corona, con unas declaraciones procedentes de las alcantarillas políticas.

Nuevo escándalo de la monarquía que obligará al regente a pasar por el quirófano propagandístico encargado de extirpar la hernia política dislocada que ha provocado Corinna, desvelando su implicación en cuestiones secretas, confidenciales y clasificadas del Estado, para salvar al desvalido pueblo español de sus desgracias.

Es evidente que al Borbón se le ha ido la cabeza al tiempo que se le descolocaba la prótesis de cadera, recompuesta por cortesanos y periodistas afines que se ocuparon de apuntalarla inmediatamente, poniendo al rey en un lugar que ya no le corresponde de hecho, aunque lo ocupe por derecho.

Produce escalofríos que la presunta amante del jefe del Estado haya intervenido en operaciones secretas del Gobierno, por muy “amiga entrañable” que sea del monarca. Y causa estupor verla disfrazada de espía al servicio de su majestad, como un James Bond a la española con la pandereta en la mano y bailando sevillanas mientras seducía con sus encantos a los empresarios para que le dieran trabajo al yernísimo.

Ahora falta saber el dinero y los favores recibidos por Corinna. Tienen que explicarnos qué pintaba en los viajes oficiales, por qué era inseparable del rey, cómo traficó con su influencia, qué comisiones ha recibido y lo que es más importante, qué “trabajos” realizó al servicio de España y su corona.

PUTADAS DE LOS PUTOS MICRÓFONOS

PUTADAS DE LOS PUTOS MICRÓFONOS

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Doña Espe le ha confesado ayer a su hijo de puta predilecto que la comunidad de Madrid no tiene un puto duro, sin darse cuenta que había un puto micrófono abierto, dispuesto a hacerle la putada de difundir urbi et orbi lo putas que van a pasarlo los madrileños al tener vacías las putas arcas autonómicas.

¡Ay que joderse! Con tanto cabrón suelto en el bando contrario a nadie  extraña que doña Espe esté ya hasta los ovarios de aguantarle putadas a los enemigos internos, externos y mediopensionistas. Tal vez por eso ha emprendido el camino del puteo, y no se cansa de putear los castos oídos de sus compañeros populares  con expresiones populacheras que expresan lo putas que las van a pasar cuando ganen las putas elecciones, si los votantes no les hacen la putada de no votarles, puteándoles al romper las putas esperanzas que tiene de obtener una puta victoria que persiguen.

Me gustaría contaminar con esta puta entrada las putas orejas de doña Espe con la esperanza de que  eche un vistazo al diccionario para enriquecer su puto vocabulario con palabras que vayan más allá de tanta puta, tanto puto, tanta putada, tanto puterío y tanto putón.

Tiene como alternativa la obra de su putero amigo el irioflaviano, y en lugar de hablar del hijo puta de su vecino alcalde y de que no tiene ni un puto duro, puede decir que ha eliminado del consejo al hijo de la rabiza o que no tiene un colipoterro duro en las izas arcas madrileñas. Pero, claro, estas cursis expresiones no tiene la fuerza del hijo de puta o el puto duro, ni sentido acorde con esta “golfa” – en nuestro argot –  que va por los campos golfolíticos dando pelotazos en los cojones  al respeto ajeno.

 Y si con esto no queda satisfecha, que alguien le regale un diccionario de sinónimos porque está jodiendo demasiado al personal con los hijos de puta que tiene al lado, el puto dinero que le falta, los cabrones que la rodean, los maricones que la imitan, las busconas que le huyen, las fulanas que se cagan en su madre, las furcias que la maldicen, las prostitutas que la insultan, las meretrices  que la desprecian y las rameras que la siguen, ante el abucheo de los putos que  temen su castigo.

Y si algún cabrón le esconde en sus intervenciones públicas un micrófono abierto, pidamos que haya a su lado un puto esclavo dispuesto a darle un vaso de agua para que se enjuague la boca, porque tales vociferios son impropios de quien preside una comunidad tan castiza como la  madrileña que representa.

¡Ah!, y como diría esta lenguaraz, el que no esté de acuerdo con esto que le den por el culo, porque ya estamos hasta los cojones de los putos puritanos que se la cogen con papel de fumar.

Posdata a la deslenguada: Ha visto, presidenta, qué fácil es escribir apedreando el buen sentido de la comunicación; qué sencillo ofender el gusto por la elegancia verbal; qué  estúpido herir el respeto que debemos a las palabras desde la tribuna; qué penoso delatar vergonzosamente tacos al pronunciarlos fuera de lugar, sin la gracia que requiere toda imprecación inofensiva; y qué lamentable convertir las confidencias en el circo de sálvame.
Usted, presidenta, tiene que distinguirse en algo de las princesas populares….

TRADUCIENDO A LA «PRINCESA»

TRADUCIENDO A LA «PRINCESA»

Versodiario 4:

Patética realidad                                                                                                                                 que se mantenga                                                                                                                                   tanta procacidad

TRADUCIENDO A LA “PRINCESA”

Los diccionarios son libros que recogen y explican de forma ordenada voces de una lengua, una ciencia o una materia determinada. Es decir, que cuando ignoramos el significado de una palabra, el diccionario nos lo enseña.

Pero la ausencia de diccionarios que traduzcan ciertas expresiones televisivas ajenas al respetuoso lenguaje habitual de la comunicación pública – no necesariamente académica – en todos los países del mundo mundial, exige un esfuerzo de interpretación para que los televidentes comprendan expresiones de abultado peso que se precipitan sin reparo sobre sus trompas de Eustaquio.

Me ha inspirado la idea el lenguaje empleado por la princesa – “la del pueblo”, claro, de su pueblo, me refiero, no del mío – viéndola dominar un lenguaje tan popular, que desataba los aplausos del ¿respetable?, según mostraba el vídeo resumen difundido en un irónico programa de otra cadena, diferente a la vasilea que sostiene y paga tan grotesco espectáculo.

Les aclaro, por ejemplo, que cuando oigan decir a la princesa: “me sudan los ovarios”, no la crean, porque los ovarios no sudan, lo que quiere decir es que el asunto no le afecta. Si pide entre el vociferio que no le “toquen el coño”, está rogando que no la molesten, y si advierte que todo se lo pasa “por el pototo”, es que nada le importa. No le hagan mucho caso cuando dice que está de “puta madre”, porque hay madres de putas que están mejor que ella. Ni le den crédito cuando afirma que “la única que tiene cojones es la tía Mamen”, porque confunde unas gónadas con otras.

Finalmente, al gritar sin contención “¡¡ a jodeeeer!!, no pretende congregar a los españoles en una orgía colectiva, invitándonos a practicar el coito masivamente a diestro y siniestro, porque ya estamos bastante jodidos con su presencia, quienes lamentamos impotentes que algunos ciudadanos aplaudan semejante esperpento.