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CIUDADANOS EXPÓSITOS

CIUDADANOS EXPÓSITOS

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A lo largo de la historia siempre han existido niños “expósitos”, es decir, infantes abandonados por los padres o entregados a instituciones benéficas llamadas “Casas de expósitos” o inclusas. Hijos procedentes de partos ilegítimos que se debían ocultar o de familias empobrecidas.

Hoy los niños han sido sustituidos por ciudadanas y ciudadanos expósitos, que los padres putativos del Congreso y el Gobierno, han abandonado a las puertas de la miseria, para utilizar los gastos de manutención, salud y educación que ocasionarían, en beneficio propio y de sus parientes financieros.

Este abandono de personas se propaga como mancha de aceite entre todos los desfavorecidos, que se muerden los puños de hambre, mientras esperan el turno en la morgue social viendo rodar por el suelo derechos fundamentales, como el de supervivencia, alimentación, cultura, justicia y vivienda.

Si los ciudadanos no nos rebelamos a tiempo, corremos el riesgo de hacer cotidiana la costumbre espartana de exponer a los débiles en los pórticos del abandono, como hacían los espartanos dejando a los expósitos en el Apotetas junto al monte Taigeto, esperando que la muerte pasara a recogerlos, para adoptarlos como hijos por toda la eternidad.

La campana que sonaba en los tornos de las inclusas cuando los padres exponían a los hijos, se ha tornado en papel de Boletín Oficial donde se publican decretos que abandonan a miles de ciudadanos expósitos al pairo de la tempestuosa vida, sin amas de leche, ni amas de cría, ni amas de amor.

EL BARBERO ADENOID HYNKEL

EL BARBERO ADENOID HYNKEL

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Sir Charles Spencer Chaplin permitió que un barbero judío suplantara al súper-mandamás Adenoid Hynkel en el discurso que dirigió al ejército alemán en 1940, vigente en la actualidad sin más cambios que modificar los soldados destinatarios de la arenga, por ciudadanos torturados con desahucios, “preferentes” y recortes impuestos a golpe de decreto por gobiernos sometidos a la dictadura financiera, de la que muchos dirigentes políticos forman parte, obedientes al dictado germánico.

En su discurso, el barbero “Hynkel” nos recuerda que la codicia ha envenenado la convivencia, levantando barreras de odio en la población y empujando a muchos ciudadanos a la miseria, pobreza y abandono, en medio de un cinismo insultante ligado a una inteligencia dura y seca que nos lleva a pensar mucho y sentir poco.

Más que dinero necesitamos humanidad y más que inteligencia, bondad; porque sin esas cualidades la vida se vuelve violenta, llevando a millones de seres humanos a la desesperación, víctimas de un sistema que arruina, tortura y condena a la pobreza a personas inocentes.

Por eso debemos mantenernos unidos si queremos vencer la codicia de los mercados, desterrar el abuso, extinguir la explotación, derrocar a los dictadores financieros, y reconquistar el poder democrático que nos han robado. Continuemos, pues, la lucha contra quienes nos desprecian, nos esclavizan, reglamentan nuestras vidas y nos dicen qué tenemos que hacer, decir y sentir. Alejemos de nosotros a quienes nos barren el cerebro, nos ceban, nos tratan como a ganado y como carne de cañón. No nos entreguemos a individuos inhumanos, hombres máquina, con cerebros y corazones de máquina, porque no somos ganado ni máquinas, sino Hombres.

En nombre de la democracia, luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los adultos un trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad.

Con esas promesas, los gobernantes subieron al poder. Pero mintieron; nunca han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los gobernantes son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. «Luchemos para liberar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia. Luchemos por el mundo de la razón. Un mundo solidario donde la ciencia y el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad. Ciudadanos, en nombre de la democracia, debemos unirnos todos».

DOMINGO REPUBLICANO DE UNAMUNO

DOMINGO REPUBLICANO DE UNAMUNO

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Hace hoy 83 años fue un gran día republicano porque las elecciones municipales celebradas el domingo 12 de abril de 1931 abrieron las puertas a la Segunda República Española y eliminaron barreras políticas fronterizas para que el abuelo del actual rey Juan Carlos no tuviera problemas para salir corriendo de España.

Unamuno pasó gran parte de la jornada en la Casa del Pueblo, hasta que se supo el primer resultado del escrutinio, en que todos los allí presentes pidieron entre vítores y ovaciones que hablara el maestro, tomando la palabra para decir a los salmantinos que abarrotaban salones y pasillos de la Casa:

«Hombres, y vosotras, mujeres, que habéis sabido cumplir con un deber de ciudadanía, echando de vuestras casas a los que querían explotar vuestra miseria y creían que Salamanca seguía siendo un pueblo de mendigos y pordioseros. Recibid un saludo cordial y fervoroso. Aquí no han quedado más mendigos que los que lo son de profesión, los de las órdenes mendicantes. Hasta en distritos conventuales, donde más se ha dejado sentir la influencia de la mendicidad y la pordiosería, ha sido hermosa vuestra unanimidad al votar, porque habéis votado por un ideal. 

Entraremos en la Casa de la Villa como representantes del pueblo, como representantes  comunales, porque no nos asusta el comunismo, ya que los Comuneros de Castilla no fueron otra cosa que comunistas… Entraremos, digo, en la Casa de la Villa, y yo os aseguro que, por mi parte, haré todo lo que pueda porque no nos presida el consabido retrato. Dijo un día que si los españoles queríamos la República, que la ganáramos en la calle. ¡Pues que baje él a la calle!

Y, ahora, mucha serenidad y tranquilidad; a ser, ante todo, ¡hombres!, a no doblegar la cerviz ante los poderes que carecen de autoridad. Tened civismo, y, sobre todo, hombría. El provenir es nuestro. Termino y vuelvo a repetir: “Desde este momento queda virtualmente proclamada en Salamanca, la República”.

OPOSICIÓN POLÍTICA

OPOSICIÓN POLÍTICA

Hay un comportamiento democrático obvio para los ciudadanos, que ciertos políticos  se niegan a practicar, mirando más para su futuro que al del partido y la sociedad a la que dicen servir en todas sus soflamas. Me refiero al fundamental papel de oposición que debe existir para que funcione bien la democracia, aunque algunos no acaben de digerirlo y prefieren moverse en el filo de lo imposible, haciendo temblar el sistema.

Este comportamiento nada tiene que ver con la verdadera oposición política, tan necesaria en un Estado plural. Oposición política que se sitúa en la subestructura democrática para intentar cambiar lo que proceda y hacerse con el poder en el futuro, respetando las reglas de juego. Es obligación de la oposición presentar un programa alternativo al que esté aplicando el partido en el poder; y su deber, defenderlo con hechos. Algo difícil cuando ya se ha estado en el gobierno y no se ha hecho lo que se dice que se haría si se volviera al poder.

No es posible hacer oposición cuando se ha perdido credibilidad y confianza. Cuando el vocerío interno impide oír los mensajes externos. Cuando los codazos en los pasillos obstaculizan ir codo a codo con los compañeros. Cuando la autocrítica no forma parte de la doctrina. Cuando las actitudes han borrado eternos valores del diccionario ideológico. Cuando los jóvenes envejecen aspirando sustituir a megaterios encadenados a la poltrona. Cuando los fracasos electorales son culpa de la epistemología opcipital adventicia que determina la hectodérmica e hipostásica neuralgia escafoidal del Rhinopithecus strykeri…

Entonces no queda otro remedio que marcharse a casa y dejar paso a los que pueden renovar la esperanza, antes de que sea demasiado tarde, pues en política no basta tener razón si los resultados electorales dicen lo contrario y las encuestas los confirman.

DISCIPLINA DE PARTIDO

DISCIPLINA DE PARTIDO

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La disciplina se refiere a la doctrina o instrucción de una persona, especialmente en lo moral, que afecta sobre todo a la milicia y los estados eclesiásticos secular y regular, incorporándose en los últimos años una nueva acepción de disciplina relacionada con la política interna de los partidos, algo que traducido al Román Paladino significa: ver, oír, callar y esperar el turno.

Las encuestas del CIS reflejan que gran parte de ciudadanos mantenemos opinión negativa y desconfianza hacia los políticos, en unos casos por la corrupción directa que practican algunos de ellos; en otros, por la complicidad de muchos con los sinvergüenzas; y en el tercer caso, por el silencio que guardan la mayoría de militantes ante la mierda que pasa por delante de ellos, apelando a una detestable disciplina de partido y falsa solidaridad con los depredadores.

Los honrados ciudadanos entendemos por disciplina de partido la obediencia a la doctrina ideológica y a sus dirigentes en materias que afecten al buen funcionamiento de la organización, como es el estricto cumplimiento del ideario que sostiene el partido, la asunción de responsabilidades internas, la realización de actividades complementarias, la ejecución de tareas no complacientes, la sustitución de compañeros cuando éstos no pueden cumplir sus obligaciones o la realización de sacrificios personales por el partido, entre otras.

Pero no puede aceptarse la confusión partidista entre disciplina y complicidad; disciplina y sacrificio de conciencia; disciplina y silencio; disciplina y cierre de filas protectoras de corruptelas; disciplina y mentiras prefabricadas; disciplina y bunkerización antiética; disciplina y malversación ideológica; disciplina y brochazos a la estética social; disciplina y cinismo institucionalizado.

La verdadera disciplina de partido no mutila el ideario del mismo, sino que lo engrandece. La auténtica disciplina de partido no daña la imagen de la organización, sino que la refuerza. La legítima disciplina de partido no resquebraja los cimientos de su estructura, sino que los fortalece. La genuina disciplina de partido no conculca derechos de los militantes, sino que los guarnece.

Por eso, no se comprende lo que sucede en el interior de los partidos dominados por una ley del silencio inquisitorial; apadrinados por falsa solidaridad; y sometidos a una abyecta complicidad, que sólo beneficia a los sinvergüenzas encubiertos y protegidos por los miembros de la organización. Nada de esto se comprende, salvo que todos ellos estén salpicados por la mierda.

IMBÉCILES NO, POR FAVOR

IMBÉCILES NO, POR FAVOR

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Tradicionalmente, los políticos de todos los colores se han dedicado con machacona insistencia a insultar el sentido común de los ciudadanos, y eso no está bien. Pero en los últimos meses el empeño delirante Popular se ha incrementado de manera alarmante, llegando el oprobio ayer por la mañana a su más alta cota de menosprecio ciudadano, con las declaraciones de Cospedal.

Habla la señora de transparencia en el partido, al tiempo que cambia todos los cristales de las ventanas de Génova por tabiques opacos de ladrillos militantes, anunciando una comisión interna que investigue las cuentas internas del partido, para que sean los propios defraudadores quienes denuncien su fraude. Ya.

Dice María Dolores que el Tribunal de Cuentas está conforme con las cuentas blancas presentadas por el partido, mientras guardan en el rincón más oscuro de la sede toda la negrura acumulada durante años, para que Manolo, el hermano de Aznar, Margarita la ministra de Justicia del expresidente y otros miembros del Tribunal pertenecientes al Partido Popular, aplaudan la contabilidad blanqueada por sus amigos.

Proclama la Secretaria General que todos los datos publicados son falsos, menos los referidos a García Escudero, Jaume Matas e Ignacio del Burgo, que ya han cantado por bulerías la recepción de las cantidades aparecidas en la contabilidad “B” del partido, al tiempo que otros afinan las guitarras antes de iniciar su copla.

Sostiene la presidenta de Castilla-La Mancha que la divulgación de esas corruptas entregas pretende interrumpir el proceso salvador de España que está llevando a cabo el Partido Popular, cuando su intención es limpiar en juzgados y urnas, la mierda que está inundando el país procedente de los vertederos políticos.

Alguien debe hacerle saber dos cosas a la señora Cospedal. La primera, que los procesos de bunkerización como el emprendido ayer por ella en el Partido Popular, sólo conduce al suicidio de la gaviota. Y la segunda, que el pueblo ha superado hace años el test de Inteligencia Ciudadana, por lo cual no es posible engañarle con bolonias de tres al cuarto, ni teatralidades de mercadillo.

Podemos ser pacientes hasta la santidad para aguantar todo lo que estamos soportando. Podemos ser sufridores que llevamos con resignación los injustos recortes sociales. Hasta podemos ser perroflautas como nos ha llamado alguno de los suyos. Incluso podemos ser cobardes por no atrevernos a tomar las Instituciones y enviar a todos los políticos a penitenciar por el desierto. Pero imbéciles, señora Cospedal, no. Imbéciles, no, por favor.

WERTIZACIÓN IMPUNE

WERTIZACIÓN IMPUNE

Con pena y tristeza, evoco hoy una página del tardofranquismo, cuando la muerte de Carrero Blanco destituyó de manera fulminante a un payaso disfrazado de rector con la cruz del Opus Dei en la pechera que gobernó el Ministerio de Educación durante unos meses, dislocando el sistema educativo español con decisiones inspiradas en libros de terror, hasta sacar de su descerebrada chistera un calendario “juliano” que provocó las iras del personal, mereciendo una patada en las nalgas que lo envió a la estratosfera, liberándonos a los españoles de sus locuras.

Hoy no valen reprobaciones parlamentarias, ni críticas sociales unánimes sólo defendidas por su tertuliana esposa en diferentes televisiones, ni huelgas de profesores, padres y alumnos. Hoy nada vale contra la wertización que estamos padeciendo por un tertuliano venido a ministro, que pasea su arrogancia sin despeinarse, luciendo una desvergüenza provocativa impropia de un ministro de educación, ante la pasividad de su jefe que guarda un silencio protector hacia su desvalido valido.

Lo detestable de Wert no es que haya recortado las becas, suprimido asignaturas amparándose en textos escolares inexistentes, subido las tasas universitarias, eliminado profesores o reducido presupuestos escolares con disparos vesánicos contra la calidad de la enseñanza, sino la prepotencia que exhibe con sonrisa irónica ante las críticas universales que recibe.

Los ciudadanos no merecemos un ministro semejante, pero menos aún la insultante y provocativa altanería con que pretende justificar sus decisiones, pasándose diariamente por su arco del triunfo el respeto debido a los contribuyentes que pagamos su sueldo, con una chulería merecedora de la misma patada que recibió su predecesor Julio Rodríguez en 1974.