IMPRESIONES BILBAÍNAS
Matutina ofrenda floral ante el busto del sentidor vasco, junto a la calle Ronda, y recuerdos vespertinos compartidos en el teatro de Bidebarrieta.
Espacio mágico de singular belleza recogiendo palabras y nostalgias unamunianas, acompañados de don Miguel como testigo en el palco.
Bilbaínos y bilbaínas desbordando amabilidad, cortesía y disponibilidad para hacer agradable la estancia del forastero en su territorio.
El tunecino Mohamed doblegando el empeño del Mac por evitar que las imágenes llegaran a la pantalla y poniendo micrófonos a la palabra.
Mástil con la ikurriña ondeando en medio de la plaza, amparando en su base tertulias en castellano y diálogos al alcance de todos los tertulianos.
Recuerdos a Iñaki Azcuna por los todos los rincones y afecto hacia él compartido por un foráneo despistado que dejó el encargo de un abrazo.
Bacalao al pil-pil de almuerzo y merluza a la vasca como cena, regados ambos con txacolí, haciéndose los tres manjares sabores inolvidables en el paladar
Policías locales organizando el tráfico durante la redada, ertzaintzas aparcados lejos del teatro de operaciones y guardias civiles dando la cara para que se la partan.
Colombianas, marroquíes, peruanos y maquetos, sudando complacientes en bares, transportes, comedores, hoteles, barcos y despachos.
Un tranvía opaco al exterior por cristales tintados, paseando por el Arenal, contemplando la ría y saludando al Guggenheim a su paso.
Días cálidos y luminosos que sorprenden a los turistas, perdidos entre las “siete Calles” con rumores de amor en los miradores y balcones.