TELEMIERDA
Un buen amigo que me conoce bien desde hace años, recordóme y pidióme incluir alguna entrada en satíricos versos de los que fui tan pródigo en mi tercera juventud, y aquí dejo este soneto a la televisión que detesto.
Alcahueta de tantos males, soplona de desgracias y máquina inculturizadora perversa, porque desinforma y manipula divirtiendo a quienes se asoman a su ventana sin saber dónde van, ni por qué van donde les lleva la verborrea de un presentador descarado o una plagiadora sin escrúpulo intelectual alguno, dispuestos a todo por la pasta.
Alguien tiene que aconsejar al televidente acrítico que analice lo que recibe, censurando el albañal donde se sumerge tantas horas a la hora, en alienantes canales por donde salen aguas residuales digeridas por estómagos felices en la mierda de las miserias, polvos, y cuernos ajenos.
TELEMIERDA
Esa caja que aturde los sentidos, que perturba, atonta y embrutece, en lugar de una tele, se parece torva cueva de farsas y bandidos.
Esa caja de penes y berridos, de chulos y cabrones, se enriquece con mucha silicona que endurece los párpados y pechos decaídos.
Dominan la cultura de la mierda caraduras, busconas sin braguero y farsantes que tiran de la cuerda
timando a los tontos el dinero, mientras pocos exigen que se pierda tanta mugre en un estercolero.