Navegando por
Etiqueta: Maragall

LA MUECA DE MAS

LA MUECA DE MAS

Artur

Hay personas con sonrisa permanente que inspiran confianza, producen bienestar, reparten humor y provocan nuevas sonrisas. Pero hay muecas parecidas a sonrisas que pueden confundir a los ingenuos, seducidos por el visaje de un tahúr que no se guarda las cartas en la manga, sino detrás de su inquietante sonrisa.

Pero no sonreía el señor Mas en el Camp Nou durante la esperada sinfonía de silbatos, como creyeron separatistas y unionistas. No sonreía Mas, aunque lo pareciera, porque la cínica complacencia de su gesto era una contorsión dislocada de los labios en expresión burlesca y ácida, con desprecio avinagrado a la enseña que ha cambiado en pocos años por la señera.

Ese aspaviento crónico de don Artur no inspira nada bueno. Ademán propio de irrespetuoso muñeco afiliado al anacrónico guiñol secesionista. Mímica de caricato urbano, charlatán de feria y trilero embaucador que se envolvía en el 3 % en la señera, hasta que un uppercut político de Maragall le quitó la sonrisa.

Desde entonces no ríe Mas, aunque eso parezca el visaje que exhibe, propio de un titiritero de la política y fiel servidor del corruptivo pujolismo, que callaba más de lo que decía, cuando el sentido común dictaba su vocación política, dislocada hoy por razones que sabremos algún día no muy lejano, aunque hoy su mueca haya eclipsado la obra de arte balompédica de Messi.

Don Artur Mas deja claro con su estiramiento de labios que nada queda claro detrás de esa mueca, porque sus arqueadas cejas y su mirada la contradicen. Mueca que inspira más dudas que seguridades; alienta más incertidumbres que certezas; produce más desconfianza que verdad; genera más inquietud que templanza; origina más recelo que confianza; provoca más sospechas que evidencias; y suscita el miedo propio de quien tiene poder sin talento para ejercerlo.

Discrepancia con respeto para el independentismo, pero esa mueca….

HORMIGÓN CUTÁNEO

HORMIGÓN CUTÁNEO

Captura de pantalla 2015-01-29 a la(s) 05.56.34

Confirman los fabricantes de cemento Portland que han agotado las existencias en todas sus fábricas para endurecer con hormigón armado la cara del patriarca independista catalán y deshonorable presidente de la Generalidad, que sucedió al exiliado Tarradellas y precedió al desmemoriado Maragall.

Cara dura, contra la que se estrella la dignidad política, se hace añicos la honradez personal, se quiebra la verdad y se oculta la estafa, el abuso, la mentira y el patrioterismo que entontece a muchos catalanes, cuando sobre el hormigón de los mofletes pinta la señera protectora de sus desmanes.

La declaración realizada por este sujeto ante la jueza, pone de manifiesto que su cementado rostro estaba recubierto de una gruesa pátina de Neobacitrín, el producto que fabricaba su padre en Laboratorios Fides, utilizado por él para protegerse de las irritaciones cutáneas generadas por los silbidos y abucheos de ciudadanos indignados que lo vituperaban a las puerta del juzgado.

El mayor negocio del histrión nacionalista fue colaborar a la “gobernabilidad del Estado”, apoyando a UCD, PSOE y PP, a cambio de silencio ante los porcentajes del 3, 5 ó 20 que volaban desde las concesiones a la hucha familiar, como declararon Carod, Maragall y dos mil más, callando todos ante la amenaza del imputado cuando abroncó y amenazó a los cómplices con agitar el árbol de la corrupción catalana.

Por miedo, no declaró su patrimonio; por desinterés económico, se desentendió de la herencia paterna; por olvido, perdió los documentos acreditativos del legado familiar; por sordera, no escuchó las preguntas de la magistrada; y por su cara de cemento armado tuvo el descaro de saludar, al final de su comparecencia, a la acusación particular, al abogado del Estado, al fiscal y la jueza

NOLT HONORABLE PUJOL

NOLT HONORABLE PUJOL

images

Es molt honorable la persona de honor que acredita destacadas cualidades morales, cumple sus obligaciones con los vecinos, es ejemplo de virtud y muestra honrado comportamiento que le distingue y hace merecedor de ser respetado, dignificado, homenajeado y acatado. Pero quien defrauda, miente, estafa, hace trampas y abusa de poder, no merece tal distinción, título y reconocimiento público.

Confiesa dolorido el patriarca de la saga Pujol que tiene dinero sin regularizar fuera de España desde el año 1980, ocultado al mismo tiempo los euros que ha tenido escondidos durante 34 años, porque no encontró “el momento oportuno de hacerlo”, a pesar de las tres amnistías fiscales habidas desde entonces, cometiendo vulgar insulto a la ciudadanía que el señor Mas se encargará de tapar activando la cortina de humo independentista.

El cinismo de Pujol querellándose con El Mundo cuando dio la noticia facilitada por la UDEF, le llevó a decir que se trataba de una “falsa campaña de desprestigio familiar”, adquiriendo su declaración del viernes pasado patéticos síntomas de contaminación borbónica, al solicitar un indulto popular que no merece quien asegura que España roba a Cataluña, cuando la zorra está en el gallinero, al ser este acusador el primer estafador del pueblo catalán.

Viendo las andanzas de Pujol, de sus descendientes y de los compañeros políticos, no queda otra opción que recordar las palabras del presidente Maragall en el Parlamento catalán, cuando le advirtió públicamente en 2005 al hoy honorable Mas que el problema de la organización política capitaneada por Jordi se llamaba “tres por ciento”- luego se demostraría que era el 4 % – pellizco exigido a las empresas durante los veinte años de dominio pujolista.

Es necesario que el pueblo catalán despierte del hipnótico señuelo independentista y comience a limpiar debajo de las alfombras toda la mierda escondida durante décadas de gobierno convergente, porque de no hacerlo muchos pensarán que la sociedad padece una grave patología moral sometida a quiméricas aspiraciones y ficticios problemas, envolviéndose en la señera y convirtiendo a los sinvergüenzas en mártires de una causa insolidaria que no les beneficia, provocada por los hijos naturales y políticos de un victimista estafador.