Navegando por
Etiqueta: intolerancia

LA VIRTUD DE ESCUCHAR

LA VIRTUD DE ESCUCHAR

En tiempos convulsos y políticamente revueltos, con síntomas terminales causados por aguda prepotencia partidista, mórbida fractura parlamentaria y patológica sordera en los escaños, no queda otra opción que pedir a los pastores que apacientes sus rebaños; a los entomólogos que lubrifique las alas de los grillos camerales para enmudecer su griterío; y a los otorrinos comunales que extraigan los tapones ideológicos de los oídos para que los sordos de ambos lados puedan escuchar palabras ajenas a sus idearios respectivos.

De no hacerlo, será difícil vivir pacíficamente en un país donde la empatía ha salido huyendo por la ventana del dogmatismo y el diálogo ha escapado por la gatera de la intolerancia, obligándonos a realizar un alto en nuestro camino hacia el despeñadero donde nos llevan, porque de seguir el rumbo tomado por los putativos padres de la patria con su enfrentamiento, solo cabe esperar un desgarro en el alma común que todos compartimos.

Se oyen hunos a hotros sin distinguir los sonidos emitidos por cada cual, porque rebotan los mensajes en tímpanos del oponente, impidiendo que las neuronas transmisoras los lleven al cerebro para ser escuchados, pues no se trata de oír, sino de escuchar, como virtud de prestar atención a lo que se oye, percibir los sonidos en su tono, entender los mensajes, interiorizar su contenido y conceder a cada cual la parte de verdad que el adversario siempre tiene, porque nadie está en posesión de la verdad absoluta.

Ante tal panorama, los ciudadanos nada podemos hacer porque se enfrentan a nuestro empeño los políticos, inhabilitados genéticamente para escuchar al adversario; los tertulianos con los audífonos desconectados en los debates para no escuchar a los antagonistas; los tuiteros eliminando de sus cuentas a los discrepantes; y los periódicos silenciando a los que se apartan un nanómetro de su línea editorial.

Solos estamos, amigos, como el sheriff de Hadleyville, Will Kane, ante dos bandas de sordos endémicos mirándose al espejo, sin la esperanza de acabar políticamente con ellos, y convencidos que terminaremos arrojando al suelo la toalla con la insignia de sheriff envuelta en decepción, antes de marcharnos frustrados a nuestras casas lamiéndonos las heridas de la impotencia, sin oportunidad de redención.

HACER FELIZ AÑO

HACER FELIZ AÑO

haz

En este día de buenos deseos hacia los demás, hago de las rutinarias intenciones un compromiso de vida, proclamando mi sincera propuesta de contribuir a la felicidad ajena, sabiendo que serán muchas las ocasiones que el año 2015 me brindará para hacer posible el deseo que hoy expreso con vocación de realidad.

Por eso, no deseo a mi familia, amigos y vecinos que tengan un feliz año nuevo, sino que intentaré realizar mi empeño en hacerlos más dichosos, cambiando el sonsonetario “feliz año 2015” por el comprometido “te haré más feliz en 2015”, poniendo mi voluntad al servicio de las personas que me rodean para contribuir a su bienestar a lo largo del año que hoy comienza.

Los que se unan a mis intenciones, más allá de los rutinarios deseos, deben saber que no será fácil cumplir tal propósito porque tendrán en contra todo aquello que se ocupa en preservar el propio bienestar, por encima de la buenaventura ajena, pues hacer felices a los demás implica sobreponer la generosidad, al beneficio personal; la pereza moral a la diligencia espiritual; el cansancio a la fortaleza; la decepción al compromiso; el desánimo a entusiasmo; y la intolerancia a la indulgencia.

Pugnar por el bienestar de los demás exige renunciar a la condición humana determinante que nutre el instinto de supervivencia propia, para hacer posible la supervivencia de los demás. Rechazar la complacencia propia en beneficio de la satisfacción ajena. Desertar en la batalla por alcanzar la gloria personal, subiendo a hombros a quienes no lleguen los aplausos.

Poner la voluntad al servicio de la felicidad ajena implica estar dispuestos a ofrecer sin recibir ofertas; a luchar por quienes nos abandonarán en el combate; a ceder el paraguas en los aguaceros de la vida; a llevar el peso del dolor de quienes nos han dañado; a dar y darse sabiendo que la donación dejará rasguños, porque hacer felices a los demás implica sacrificio personal, renuncia a intereses propios, privación de bienestar y concesión de tiempo no disponible.

Con esa intención comienzo el año nuevo, prometiendo ocuparme algo más de la felicidad de quienes comparten mi vida sin desearles feliz año, esperando comparecer ante todos los lectores de este blog el próximo San Silvestre para decirles que cumplí en 2015 lo prometido un día como hoy en que pongo mi empeño a favor de la felicidad de quienes me rodean.

MARIDAJE INTOLERANTE

MARIDAJE INTOLERANTE

auto_de_fe_copia_de_verico_de_la_l_mina_del_Voyage_de_Laborde

El maridaje Iglesia y Estado que llevó a Felipe II al altar político-religioso del brazo de Clemente VII, Pablo III, Julio III, Marcelo II y Pablo IV, comenzó a tomar tintes alarmantes con la promulgación de un decreto por el que se prohibía la importación de libros extranjeros y se ordenaba que todos los textos impresos en los territorios gobernados por el rey ¿prudente?, debían llevar la licencia del Consejo de Castilla y la censura eclesiástica correspondiente.

Con ello se pretendía dirigir la mente y los conocimientos de los súbditos en la dirección que más interesaba a la monarquía y al papado, con graves perjuicios para los ciudadanos cultos, los intelectuales y los librepensadores, publicando el Índice de los libros prohibidos por la Iglesia y amenazando de excomunión y tortura a quienes no atendieran lo ordenado.

Antes de contraer matrimonio por poderes en el mes de enero de 1560 con la hija de Enrique II, Isabel de Valois, de catorce años de edad, don Felipe despidió el año 1559 presidiendo un Auto de Fe en la plaza mayor de Valladolid donde fueron condenadas bajo la acusación de luteranismo treinta y dos personas, de las cuales trece de ellas fueron ajusticiadas a garrote y otras dos quemadas vivas: Don Carlos de Sesso y Juan Sánchez, criado del predicador de la corte Agustín de Cazalla, también muerto a garrote, cuya madre fue desenterrada y quemada.

Pero esto no fue bastante para los exterminadores: derribaron su casa para que no fuera ocupada por más espíritus malignos protestantes, cubrieron los restos con sal para ahuyentar libertades y levantaron un paredón de piedra cerrando el paso a la cultura, con un letrero contando el grave delito cometido y la mínima pena impuesta.

IGLESIA, iglesia e IGLesia

IGLESIA, iglesia e IGLesia

images247La liturgia católica nos recuerda que hace hoy 2014 años que Jesucristo vino al mundo para redimir a los pobres pecadores y fundar sobre Pedro su iglesia, con intención de que ésta fuera única; pero no ha sido así porque desde el momento que los cristianos salieron de las catacumbas y el emperador Constantino los legalizó en el año 313, ya se crearon tres iglesias muy diferentes en comportamientos, testimonio y actitudes.

No hay palabra en el diccionario que distancie tanto las acepciones de un término como sucede con la voz “iglesia”, pues las definiciones que corresponden a cada una de ellas divergen de tal forma que cada día están más alejadas una de otra, sin posibilidad de encontrarse jamás, como viene sucediendo en los veintiún siglos que llevamos de cristianismo, a pesar de los tímidos esfuerzos que está haciendo el actual regente Francisco por enlazarlas.

En primer lugar está la IGLESIA, entendida como estructura socio-religiosa jerarquizada, es decir, con gobierno eclesiástico general dirigido por el Sumo Pontífice a la cabeza, los cardenales detrás, prelados más abajo y curas a ras de tierra. IGLESIA que nada tiene que ver con la iglesia formada por los fieles seguidores del hijo del carpintero que desgastan su vida al servicio de los demás, ni con la IGLesia de los que aspiran a ganar la felicitad eterna a base de cínicos golpes de pecho, sin compromiso evangélico.

Las corruptelas, mafias, asesinatos, estafas y contubernios autárquicos de la machista IGLESIA de los regidores, descrita por la historia a lo largo de los siglos, nada tiene que ver con la sencilla iglesia, grey de Dios, unida en comunión fraternal basada en el amor, aunque entre ellos pretendan colarse los que forman parte de la IGLesia que se santigua con la  mano derecha y esquilma al vecino con la izquierda.

La intolerancia, dogmatismo, prepotencia y codicia de la IGLESIA jerárquica contrasta con la flexibilidad, entrega, humildad y generosidad del pueblo de Dios que hace iglesia practicando el amor fraterno, la entrega al pobre y la redención del marginado, dando de comer al hambriento, vistiendo al desnudo, consolando al enfermo, liberando al oprimido y dando la cara por los desfavorecidos, mientras los jerarcas toman chocolate con churros en casa de los poderosos que forman la IGLesia, bendiciendo con el silencio sus fechorías.

Parece claro que Jesucristo fundó la iglesia hace 2014 años y que echó a los mercaderes del templo. Igualmente, existen pocas dudas sobre el evangelio que predicó para ser practicado por los cristianos, – presuntos seguidores de sus preceptos -, aunque para muchos la doctrina permanezca apolillada en las estanterías y esté todavía sin estrenar.