VENERACIÓN AL DELINCUENTE
Sucede en el país un fenómeno inexplicable para sociólogos, psiquiatras, antropólogos, filósofos y psicólogos, que consiste en aplaudir, adular y venerar a delincuentes convictos, confesos y condenados, que roban el dinero y estafan a los propios palmeros que les hacen pasillo en la Audiencia.
Confunde oír los vítores a un famoso jugador a la puerta del juzgado cuando va a recibir la sentencia condenatoria por defraudar impuestos que pagan religiosamente quienes corean entusiasmados su nombre, mientras él saluda complacido y sonriente a la concurrencia que le aplaude.
Asombra ver a ciudadanos imputados es casos de corrupción en las listas electorales, ofreciéndose a representar al pueblo en las instituciones públicas; pero más altera el ánimo que los ciudadanos estafados pongan los nombres de los tramposos en las papeletas electorales.
Desconcierta ver a un abogado sevillano arropado y aplaudido por andaluces de su tierra, después haber robado a los aplauseros varios millones de euros con facturas falsas, presentándose ante ellos con cara de inocente pajarraco recién caído del nido y lágrimas de cocodrilo.
Perturba ver al “amiguito del alma” ocupando escaño parlamentario junto al cómplice del “conseguidor”, abrazándose ambos al estafador condenado que enseñaba al nieto su aeropuerto millonario de juguete, pagado con dinero esquilmado a los vitoreadores.
Aturde ver en la televisión pontificando, criticando, aconsejando y predicando al pueblo virtudes, quien se ha mofado de jueces, consejeros, accionistas, impositores y clientes, antes de ser condenado y encarcelado por meter la mano en la caja de los ahorradores.
Trastorna la mente y desazona el espíritu vivir en un mundo al revés, donde ocupan los altares y hornacinas sociales algunos delincuentes venerados por un pueblo, de los que me declaro iconoclasta y ateo social, pidiendo ser condenado a la eterna caldera del desprecio.
Un comentario en «VENERACIÓN AL DELINCUENTE»
A mi lo que me preocupa es cómo hemos llegado a esta situación y entre oras variadas causas pondría el sistema electoral vigente que ha permitido que ocuparan puestos dirigentes los peores ciudadanos que han cometido toda clase de tropelías. Y como a estos no les pasa nada, otros cidadanos han copiado sus metodos. Y efectivamente tienen sus palmeros porque el caciquismo no sólo es patrimonio gallego sino que funciona en los cuatro puntos cardinales. La solución esta en manos de los ciudadanos que pagan religiosamente sus impuestos.