PALABRAS PERDIDAS
La comida de ayer me trajo recuerdos infantiles de “cuarto y mitad”, “cuartillo”, “perras” y “rubias”; “ultramarinos” con olor a especias, donde se cortaban las bacaladas con enorme cuchillo, pesadas en la “romana”; “mandiles” y “fardeles”; aceite servido a golpes de émbolo y manivela; “achicoria” despistando al café; licorería de “quinados”; y “cocidos” en pucheros templados con carbón, en fogones encenizados.