PROGRAMA CIUDADANO
Lo que diferencia a los miembros del Gobierno del resto de ciudadanos y aquello que los destaca sobre sus vecinos, son las urnas. Y conviene saber que éstas lo único que dan es poder, pero nunca sabiduría ni prudencia. Y, menos aún, espíritu de sacrificio, verdad, honradez, humildad, capacidad de trabajo y generosidad.
Es decir, el grupo de ciudadanos que se reúne los viernes como hoy en la Moncloa para decidir sobre la vida de los demás, no es infalible. Tampoco creáis que están investidos de poderes especiales o que gozan de un talento superior al de sus administrados, para utilizar adecuadamente la información privilegiada que les llega a la mesa. Ni hablar.
Teniendo esto en cuenta, un grupo de amigos hemos charlado informalmente sobre la situación del país, llegando a la conclusión de que todos los problemas que nos afligen quedarían resueltos si se cumplieran estos diez artículos de la ley del pueblo:
- Expulsión inmediata de la vida pública de los políticos implicados en casos de corrupción.
- Condena carcelaria y exigencia inmediata a los ladrones del dinero robado de las arcas públicas.
- Persecución implacable del fraude fiscal y de la evasión paradisíaca de capitales.
- Supresión del 60 % de los cargos públicos y de subvenciones a partidos políticos, patronal, sindicatos y fundaciones opacas.
- Limitación de la vida pública a ocho años, sin pensiones vitalicias, ni ingresos complementarios.
- Eliminación de privilegios políticos y de pluriempleo, con expulsión de cargos públicos a los incompetentes de malo y bajo rendimiento.
- Supresión del Senado, Diputaciones, autonomías despilfarradoras, embajadas autonómicas y municipios de dos habitantes.
- Creación de un gran banco público nacional no especulativo para ayudar a ciudadanos y pequeñas empresas.
- Entrega al Estado de los 120.000 millones de euros que van a ir a los bancos, para que el dinero llegue a los ciudadanos y no termine en los bolsillos de especuladores, defraudadores, estafadores, usureros y ladrones.
- ….. (Añade tu propuesta, amigo. Pero sin esperanza alguna de verla cumplida porque quienes tienen que hacerla realidad son los mismos culpables de nuestra desgracia)