FONDOS DE CAMALEONES
Los camaleones políticos constituyen una familia escamosa y repelente, formada por veintidós especies sin parentesco, caracterizadas por su habilidad para cambiar de color la realidad según las circunstancias, mientras atrapan a los votantes con su larga, pegajosa y demagógica lengua, ingiriendo papeletas de las urnas para alimentar el poder y proteger sus privilegios con una dura capa de queratina, sobre la que rebotan las necesidades del pueblo, mientras ellos se reparten el dinero de los demás.
La diferencia entre los fondos de reptiles y los fondos de camaleones, es que los primeros se prorratean a cencerro tapado y los segundos se vocean con desvergüenza en el Boletín Oficial, irritando a los paganos que ven indignados como se llevan el dinero quienes destruyen su bienestar.
No sé quiénes dijeron que no había fondos en la caja del Estado para atender servicios básicos, es decir, que la hucha común que a los ciudadanos pertenece estaba escasa, pretendiendo tales voceros engañarnos una vez más, diciéndonos lo que no es, con pretensión de llevarnos al huerto con la sonrisa en los labios.
Por el BOE del 17 de julio hemos sabido que pagamos al PP la cantidad de 6.142.028,67 eurazos anuales, al PSOE, 3.504.479,04 y así sucesivamente a 22 partidos políticos, para sus gastos de funcionamiento, porque no les llega con las cuotas de los afiliados, que es de donde tendrían que sustentarse todos ellos.
Además, añade el BOE otros 315.374,82 € para PP, 179.944,53 € para PSOE y cantidades variadas para los otros veinte partidos, para que se los gasten en seguridad, por si algún indignado, desahuciado, timado preferencial, parado, dependiente o ciudadano devaluado, se le ocurre tomarse la justicia por su mano, ante el aplauso de los espectadores.
A estas cantidades debemos añadir las entregadas por los contribuyentes a las organizaciones sindicales y a la propia “patronal” – que tampoco llega a fin de mes la pobrecita – mientras los paganos se mueren en espera de ser llamados al hospital, los adolescentes se hacinan en las clases, muchos universitarios se ven obligados a colgar los estudios, la I+D+I está en la papelera, cada jubilado sostiene a otra familia y los corruptos sonríen desde el escaparate protegidos por algunos mercenarios de la pluma y el micrófono.