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HISTÓRICO CUADERNO

HISTÓRICO CUADERNO

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Un día como hoy en que mis paisanos festejan al patrón de la ciudad, es bueno recordar que hace treinta años España firmaba el tratado de adhesión a la Comunidad Económica Europea, cuarenta y tres años después de que un padre entregara a su hija como regalo un cuaderno en blanco al cumplir la niña trece años, sin prevenir la consecuencias históricas de tan ingenuo obsequio.

Ningún relato autobiográfico escrito por una joven ha merecido tanta atención como las páginas escritas por la adolescente alemana Annelies Marie Frank, entre el 12 de junio de 1942 y el 1 de agosto de 1944, en el escondite holandés donde se refugió la familia judía de Otto Frank para intentar inútilmente escapar de los nazis, hasta que fueron descubiertos y deportados a diferentes campos de concentración, muriendo la niña de tifus meses después con dieciséis años, tras sufrir injustas penalidades.

La niña Ana Frank cuenta en su diario los avatares, incertidumbres, temores y sufrimientos de la familia en la buhardilla o “casa de atrás” donde convivieron con la familia judía Van Daan, hasta que fueron delatados por unos vecinos a las fuerzas nazis ocupantes de Ámsterdan, siendo detenidas las dos familias por la Gestapo.

Veinticinco millones de copias se han vendido del diario de Ana Frank, hiriendo la sensibilidad de los lectores que se han acercado a sus páginas, empatizando con la chiquilla en el refugio tapado por una estantería donde sobrevivieron con escasas provisiones, poca ropa y en semioscuridad, durmiendo sobre jergones.

El campo de concentración de Bergen-Belsen no estaba concebido para el exterminio directo como otros campo genocidas, pero el dirigente nazi que lo regentaba hizo de él un estercolero inmundo y frío, permitiendo que el tifus y otras enfermedades se llevaran por delante a sesenta mil judíos, entre ellos a la joven Ana, a su hermana y su madre, pocos días antes de que semejante matadero fuera liberado por las tropas británicas.

PÁGINAS DE AMOR

PÁGINAS DE AMOR

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He desempolvado un antiguo poema de amor que llegó a mis manos envuelto en renglones de carta remitida por una entrañable soñadora enamorada, con propuesta de irrealizable futuro hecha en lejano pasado, que la propia vida se ha encargado de inhabilitar negando la realidad a la aspiración compartida.

Verso y prosa enlazados en el mismo sobre, autorizan a expresar la dificultad de prosaicas páginas de amor para igualarse al deleite de hojas poéticas amorosas, porque el verso, las imágenes líricas y la musicalidad del ritmo tienen más fuerza seductora que los vulgares renglones, aunque puedan encontrarse en Luis Rosales y otros versificadores, prosas de singular belleza.

La palabra realiza bien cuanto se le encomienda, por ser abundante en matices y rica en significados, pero el intento amoroso hermana mejor con el verso que con la prosa al penetrar más profundamente en la corteza de las palabras, por mucho que la prosa aspire a conseguir la belleza, estilo y color con que los versos revisten sentimientos.

Se pueden describir en prosa estados de ánimo, anunciar novedades, proponer aventuras, asegurar fidelidades y declarar intenciones, pero siempre a ras de suelo, sin el canto seductor de los versos, el deleite de las imágenes poéticas, la insinuación con vaguedad certera, los vuelos entrelazados y las ensoñaciones que pertenecen al encantador mundo de las estrofas, donde la magia entumece los sentidos.

Esbozar al vivo con hermosas pinceladas el amoroso fuego de los amantes, sus encendidos deseos, los perpetuos cuidados y las duras congojas de la ausencia, junto al temor al desencuentro, los celos y las sospechas de otras alas, es difícil conseguirlo con palabras encadenadas en interminables renglones descriptivos.

Ayuda más el verso a insinuar ardientes suspiros, mensajes del corazón, amorosas quejas y dulces encadenamientos, revestidos unas veces de esperanzas; otras, de anhelos; algunas, de inseguridades; y, en ocasiones, de incertidumbre, porque todos los sentimientos apasionados de los amantes se agudizan en delicados versos, a medida que el amor diviniza lo mundano.

RENGLONES OCULTOS DE LA HISTORIA

RENGLONES OCULTOS DE LA HISTORIA

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Hay en los libros de historia grandes narraciones sobre hechos acontecidos en siglos pasados, junto a pequeños relatos en páginas sueltas que describen aconteceres menores, quedando abandonados en renglones sueltos, sucesos aparentemente intrascendentes, pero de importancia capital en el devenir de España, infestada de tales pequeñeces.

Abanderar la Contrarreforma, por ejemplo, con el primero de los Carlos y el segundo Felipe a la cabeza, dejando la reunión de Trento a merced de los clérigos Laínez, Soto y Cano, retrasó nuestro progreso algunos siglos y dejó encadenada la conciencia del pueblo hasta el día de hoy, donde aún permanece remando en galeras.

La todopoderosa pócima mágica francesa creada por el druida Panorámix, fue imitada en Galicia por el visionario obispo Teodomiro, que sacó de la manga con habilidad de mago la tumba del apóstol Santiago, para que éste resucitara y volviera luego a la tumba, cansado de matar moros en la cerrada España.

Si el felón rey visigodo Rodrigo no hubiera violado a la hermosa Florinda, nuestra historia nada tendría que ver con la referida por los cronicones durante siete siglos, pues el conde don Julián no hubiera facilitado el acceso de Tarik y sus bereberes a la península ibérica para conquistarla y ser luego reconquistada por la cruz.

Los amores más que platónicos de la católica reina Isabel con el señorito andaluz Gonzalo de Córdoba, provocó los celos del aragonés Fernando que pidió cuentas al Gran Capitán, diciéndole éste que había gastado tres millones de ducados en sufragios y repiques de campanas por los enemigos muertos.

Es decir, caminar en zapatillas por los renglones de la historia con una bayeta en la mano, permite quitar el pringue de sus páginas para ver la realidad que ocultan en sus horizontales rejas, por mucho que los escribidores de la misma se empeñen en guardar la basura bajo las alfombras de alcobas, tronos, altares y despachos.