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LEY MORDAZA

LEY MORDAZA

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En la huelga a la japonesa, los empleados trabajan más de lo normal para aumentar la producción, obligando a una bajada de precios por exceso de producto en el mercado y elevados costes de almacenaje. Esto es algo diferente a la huelga de celo, que consiste en el cumplimiento estricto y riguroso de las leyes hasta paralizar la actividad estatal y/o privada.

En ambos casos, la actitud de los trabajadores perjudica al Gobierno, bloquea la Administración o quebranta a la patronal, sin que los empleados sufran descuentos salariales, despidos legales, problemas laborales o detenciones policiales que acompañan inevitablemente a las huelgas convencionales.

Bien, pues dicho esto, propongo a los diputados y senadores que votaron en contra de la llamada Ley Mordaza, que se manifiesten contra ella frente al Congreso, para que sean todos identificados, detenidos y fichados por los mismos policías que tienen la obligación de protegerlos como representantes del pueblo, para avergonzar al patrocinador de semejante ley y provocar una protesta de todos los Gobiernos y Parlamentos democráticos del mundo.

Ley mordaza está condenada a desaparecer desde su nacimiento, y eso lo sabe su patrocinador. Moribunda Ley Fugaz que apenas durará unos meses en vigor parte de su articulado pensado – entre otras cosas – para eximir de responsabilidad a los pocos policías indeseables que hay en el cuerpo, pues la mayoría de ellos cumplen su misión con respeto a leyes internacionales que están por encima de normas de menor rango opuestas a ellas, impuestas en contra de la voluntad general en un Estado de Derecho.

El Consejo Editorial del prestigioso New York Times ha calificado la “Ley Mordaza” como norma “ominosa”, es decir, abominable. Y la ONU ha mostrado su preocupación por el deterioro de los derechos humanos en España, hasta el punto de que un grupo de relatores ha pedido dar marcha atrás con la “Ley Mordaza” porque viola derechos y libertades fundamentales de los individuos, al socavar los derechos de manifestación y expresión en España.

SÍ HAY DINERO

SÍ HAY DINERO

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Nos llega desde hace tiempo un mensaje intenso, obstinado y desapacible, con textura de sonsonete horadante, mentira pulida, apreciable desprecio y mordaz ironía, pretendiendo justificar los recortes sociales con el falso argumento de que “no hay dinero” para fármacos, pizarras y muletas, cuando en realidad sobra dinero en las arcas públicas para desterrar el Estado del malestar donde nos han metido los catastrofistas de la redención, en un país donde sobra especulación y falta altruismo; hay exceso de corrupción y déficit de honradez; aumenta la codicia y mengua de la solidaridad.

Prepotentes politiqueros dominados por el yoísmo, contaminados de nepotismo, intoxicados de incompetencia y protegidos de impunidad social, política y judicial, institucionalizaron el despilfarro municipal y agotaron las arcas autonómicas, con obras faraónicas tan millonarias como innecesarias, sobreaumentaron los salarios, infestaron de asesores las instituciones y llenaron a rebosar sus cofres privados.

Tenemos inconsistentes autonomías uniprovinciales que deben integrarse en las regiones históricas a las que pertenecieron. Inservibles diputaciones con actividades ficticias donde se emboscan los beneficiados por las mismas, gastándose 22.000 millones de euros. Ayuntamientos disgregados exigiendo unificación. Un Senado inoperante, “cementerio de elefantes”, que gasta 55 millones de euros al año. Y miles de altos cargos y asesores de la nada, cuyo oficio es recoger el sobre a final de cada mes.

Inadmisibles son las subvenciones a los partidos políticos, sindicatos, Iglesia y patronal, que unido al fraude fiscal admitido sin reservas por quienes tienen la obligación de evitarlo, representa una sangría multimillonaria cuya erradicación evitaría los recortes que están sufriendo quienes no merecen semejante castigo. Baste recordar que según Eurostat, en 2010 nuestros ingresos fiscales representaban el 32,9 % del PIB, mientras la media europea estaba en el 40,2 %, lo que significan 80.000 millones de euros que nos salvarían de la quiebra, si el Ministerio de Hacienda se pusiera en marcha.

En cambio, el fisco presiona seis veces más a los “pringaos” de la clase media que a las grandes fortunas, olvidándose de reformar la fiscalidad para eliminar la Sicav y todas las rendijas por donde se escapan defraudadores legales e ilegales, que ayudarían a pagar intereses de una aplastante deuda pública, haciendo posible la ansiada democracia económica que todos anhelamos, porque en los últimos 20 años se ha multiplicado por seis el dinero evadido a paraísos fiscales y la mitad de multinacionales que cotizan en el Ibex tienen allí empresas para eludir impuestos

El filántropo multimillonario Warren Buffet, cuarto hombre más rico según la revista Forbes de 1913, ha dejado clara la situación diciendo: “La lucha de clases sigue existiendo, pero es la mía la que va ganando”, pidiendo en el New York Times el 15 agosto 2011, que los Estados Unidos dejaran de «mimar» con exenciones fiscales a los más acaudalados, proponiendo aumentar los impuestos a multimillonarios como él, siendo impensable que suceda esto en España.

EL FRAUDE FISCAL NO TIENE SOLUCIÓN

EL FRAUDE FISCAL NO TIENE SOLUCIÓN

Quienes hubieran leído el original de este artículo se sorprenderán al ver que el actual nada tiene que ver con el anterior.

Efectivamente, la confianza en un amigo bienintencionado que me envío los datos que utilicé para escribir el artículo, me impidió contrastar las noticias que me mandaba. Pero otras tres personas – dos amigos y un desconocido – me han advertido sobre los «añadidos» que en tal reseña se consignaban, obligándome a ir a las fuentes originales para comprobar que en el artículo de Vicenç Navarro, publicado el 21 de octubre no aparece ninguno de los nombre referidos por el primer amigo, que yo cometí la ingenuidad de creerme y reproducir en esta bitácora.

Asumiendo la responsabilidad que me corresponde, pido disculpas a las personas citadas en aquel artículo y «prometo que no volverá a ocurrir», al tiempo que exculpo a mi informador porque él también cayó en la trampa que le tendió su hermano sin segundas intenciones.

No es el temor a la justicia lo que me lleva a la corrección, sino en estricto servicio a la verdad que siempre he tenido como guía en mis actuaciones.

Queda dicho.