ROUCADA
Una mitra tridentina amenaza con enviar sobre la piel de toro la undécima plaga bíblica. Este jinete apocalíptico gallea con voz rouca negándose a entregar al César lo que al pueblo pertenece. Amenaza cínicamente el Gran Heredero del reino celestial, con llevar a medio millón de hombres y mujeres asistidos en Cáritas, a un profundo estado hambriento y depresivo.
Digo cínicamente, porque su chantaje es baldío aunque rouque su amenaza con garganta profunda, pues de los 247 millones que Cáritas recibe anualmente, sólo 4 son aportados por la Iglesia que este mitrado representa, lo cual dice poco a favor de los asesores que tan mal han asesorado al padrino.
El falso amenazador de la tragedia es el Gran Pastor de la grey católica que intimida con cerrar el grifo a Cáritas, si los Ayuntamientos llevan a cabo el proyecto de que la Iglesia Católica cumpla con las leyes retributivas ciudadanas, cuando el tornado que nos zarandea amenaza con devastarlo todo.
Pero tranquilos, porque la llave de la caja fuerte de Cáritas no está afortunadamente en manos de Rouco, sino del Estado y de generosos donantes particulares, ya que los contribuyentes aportan el 35 % del gasto y prácticamente el resto procede de fondos y donaciones privadas.
Es una nueva roucada que contrasta con el compromiso social de sus más humildes ovejas que se dejan la piel en beneficio de los más necesitados, con una generosidad ejemplar, sacrificio personal incondicional, renuncia absoluta y compromiso total, haciendo realidad la doctrina evangélica que tanto beneficia a los capelos cardenalicios y báculos mitrados de una Iglesia jerárquica poco cercana a su doctrina.