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Etiqueta: catástrofe

LOSECHES O NO LOS ECHES….

LOSECHES O NO LOS ECHES….

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Loeches o no lo eches, él no se va ni con agua hirviendo, aguantando con sonrisa de conejo, guiño incontrolable, frenillo lingual, barba semicanosa, testuz de carnero y cara cemento armado, delante del plasma como nadie lo había hecho hasta ahora, mientras a su alrededor cae el honor y fama de sus encubridores, favorecidos por su dedo mágico, hacedor de investiduras, canonjías políticas y sillones de terciopelo para quienes aplauden con las orejas por estar maniatados a poltronas otorgadas por el Gran Pinocho Nacional.

Loeches o no lo eches, él sigue en el candelero ganando pasta a paladas y con una rosa mustia en la mano ya descolorida por el paso del tiempo, recordando en los consejos de administración empresariales aquellos lejanos tiempos de conspiradora juventud sevillana en la vaquería familiar, junto a un librero machadiano y mahleriano, que fue el oyente menos oyente de todos los gobiernos conocidos, con varias décadas pegado al escaño.

Loeches o no lo eches, él va a seguir más, más y Mas empeñado en pasar a la historia como el hombre que intentó dar el hachazo entre los vecinos de su pueblo, olvidando los paisanos que este sonriente convergente, prepotente presidente y estridente inconsecuente comenzó su oficio españoleando hace 33 años en las Instituciones públicas abrazado al gran estafador, envueltos ambos en la estelada rojigualda para despistar a los dos millones de paisanos que lo han visto envejecer en el sillón.

Laeches o no la eches, ahí sigue ella desde hace 32 años cazando talentos para la Administración pública con tal éxito que no se recuerda en la historia de España mejor selección de depredadores públicos desde que Rodrigo de Triana gritara ¡tierra!, mientras ella se considera inmune a toda crítica, sanción de tráfico, zancadillas de los colaboradores y jueces apadrinados, porque ya dio todo por España el día que descubrió la trama Gürtel.

Loseches o no los eches, el pueblo español seguirá votando a quien le parezca bien que para eso es libre y no está amordazado como dicen los profetas de la catástrofe, los inclementes con la mentira, quienes reclaman honradez a todos aquellos que tienen la memoria fresca para recordar cuando ha sucedido, con la frustración de ver que algunos de sus vecinos parecen no haberse enterado de nada.

CRÓNICA DE UNA CATÁSTROFE ANUNCIADA

CRÓNICA DE UNA CATÁSTROFE ANUNCIADA

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Los herederos de Michel de Nôtre-Dame han acertado en sus profecías al cumplirse las predicciones de tales Nostradamus, aunque ninguno de ellos sea astrólogo provenzal ni tengan origen judío, recibiendo el aplauso de sus seguidores por el acierto en las catástrofes predichas por ellos.

Las siniestras profecías de los agoreros comienzan a cumplirse con el súbito apagamiento del Sol, la caída de meteoritos sobre la corteza terrestre, el galope de los jinetes apocalípticos, la desaparición de la atmósfera, el deshielo de los casquetes polares y la inversión del giro de la Tierra, provocándose catástrofes superiores a las previstas por el gran profeta del cataclismo.

La victoria de los antipatriotas está convirtiendo España en un sinvivir, un sindiós, un sinpaz y una sinvergonzonería. Desde que los luciferes ocupan las poltronas, el sol ya no sale por Antequera sino por Tiananmen, corre sangre por las calles y se fornica en los bancos municipales, manteniéndose la castidad más pura en los consejos de administración de las entidades financieras.

Arden los conventos, monjas on fire van de tuiteras, comeniños que desayunan infantes cada mañana, bíblicas Sodoma y Gomorra han cobrado vida en las ciudades gobernadas por diabólicas fuerzas impositoras de la barbarie, el fornicio, la molicie, el vicio, la holganza, el robo y la mudanza.

EL RIESGO DE SER AMANTE

EL RIESGO DE SER AMANTE

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El empeño del amante por reconocerse en el amor puede llevarle a no encontrar su imagen reflejada en la pupila del amado, quedando vacilante y a la intemperie en el infortunado destino, maldiciendo su estampa por intentar beber agua enamorada en manantiales secos de amor.

Ello sucede cuando el amante limita su existencia a la persona amada y toda visión personal pasa a través de ese filtro que distorsiona la realidad y amenaza catástrofe, porque ese amor roba y no enriquece por falta de respuesta, predestinando al amante desprevenido a sufrir dolor por su esclavitud ante la mirada desdeñosa del amado.

El amante arriesga, empeña su alma, hipoteca la vida, clausura el futuro, vive en la sombra  y sacrifica la vida por el amado, aunque la mutua pertenencia no traspase el umbral de la esperanza, guardando el consuelo de haberse entregado al amor en el desván de la memoria, como recuerdo nostálgico del tiempo que amó sin ser amado.

En la pérdida, sufre el amante la derrota, pretextando esperanzas frustradas, sentimientos estremecidos y temblores abandonados sobre la fría patena de recuerdos estremecidos y senderos empedrados, donde se han borrado las huellas del amor compartido en lejanos atardeceres por caminos arenosos conservados en la memoria.

Tras el desgarro, recompone el amante los girones del alma con solitario empeño, olvida en el lacrimoso insomnio las promesas de permanencia, abre rendijas en el muro del desengaño, redime su dolor con lágrimas amargas y recupera la identidad perdida durante el tiempo que fue amante.