«HUNOS » Y «HOTROS» CON EL MAESTRO
No me corresponde a mí hablar de la presentación que ayer hicimos de mi último libro, pero tengo la obligación de difundir en este blog el acuerdo común de todos los amigos que han enviado correos electrónicos a mi buzón, uniendo a su felicitación por el éxito del acto, la satisfacción que han sentido al ver compartir bancadas en el salón universitario a políticos de distinto signo, en plena campaña electoral.
Pero creo obligado decir a los remitentes, que las felicitaciones por haber conseguido reunirlos a todos no es mérito personal que deban atribuirme a mí, sino al profesor y rector ayer homenajeado. Es él quien merece los beneplácitos, aplausos y agradecimientos, porque a él corresponden en el 75 aniversario de su muerte.
Ahora sólo cabe esperar que el objetivo tantas veces deseado por el maestro de ver luchar juntos por España a “hunos” (sangre) y “hotros” (pus), se haga realidad, por encima de protocolos, partidos políticos y compromisos sociales, especialmente en estos momentos de hundimiento moral por la crisis. Estado de ánimo semejante al que vivió Unamuno con motivo de los desastres coloniales del 98, y al estado de corrupción y caciquismo que reinaba entonces en España.
Es hora que el enfrentamiento entre las dos Españas no vuelva a helar el corazón de los españolitos que vienen al mundo, dando razón a los versos de don Antonio. Es el momento de guardar con siete llaves en los libros de arte el duelo a garrotazos de don Francisco.
Si el regeneracionismo de Joaquín Costa removió entonces la conciencia política y alentó el compromiso ciudadano con el esfuerzo común, tal vez ahora debamos unir todas las manos para levantar juntos la bandera de la esperanza y luchar hermanados por ahogar la crisis, antes de que ella nos asfixie.
Deseo que los testimonios recibidos en mi correo, – compartidos por mí – se hagan realidad, para que todos comprendamos que nunca como ahora, la unión debe darnos la fuerza que necesitamos.
2 comentarios en ««HUNOS » Y «HOTROS» CON EL MAESTRO»
Amigo Paco: Con el recuerdo fresco del acto de presentación de tu libro, te digo que nos hiciste pasar un rato bastante agradable. Mis felicitaciones por este hermoso libro que no lo dudes se proyectará de viva voz a muchísimas personas. En mi humilde blog he dejado este pequeño artículo:
Qué fue de Millán-Astray
El jueves 17 de noviembre asisto en el aula “Unamuno” de Salamanca a la presentación del libro “Unamuno, Profesor y Rector de la Universidad de Salamanca”, cuyo autor es Francisco Blanco Prieto. Quizá lo primero que llame la atención en estos tiempos sea que Miguel de Unamuno fuese gran admirador de Pablo Iglesias, tipógrafo, pasado y presente del socialismo español. En tres años de trabajo intenso entre bibliotecas, hemerotecas, viajes, entrevistas y estudio de cartas de don Miguel de Unamuno y Jugo, el escritor Francisco Blanco ha realizado un jugoso libro, valga la redundancia con el apellido materno de don Miguel, que servirá para deleite de cuantos admiran a tan polifacético personaje dentro y fuera de las aulas universitarias. El uso de un lenguaje claro y ameno facilita su lectura. Y quizá sea la primera vez que se recoja aquel cruce de palabras entre Millán-Astray y Unamuno sin que exista deseos de magnificarlas, sino ajustado a la documentación existente y a la más pura lógica. Por supuesto no me ha dado tiempo a leer todo el libro, pues más que leerlo hay que saborearlo y como el final de la vida de Unamuno está recogido en esta obra y todos conocemos que murió el 31 de diciembre de 1936, final de año, pocos saben que Millán Astray muere dieciocho años después, el 1 de enero de 1954, principio de año. Un capricho del destino que alguien pudo relacionar como el fin del primero y el florecer del segundo y en absoluto ha sido así. La historia ha puesto a cada uno en el lugar que le corresponde, aunque ninguno de ellos haya sido un personaje mediático. Hoy, el primero es un ejemplo de pensamiento y obra y el segundo es el faro de la Legión española. Como para conocer todo lo que nos legó don Miguel lo tenemos en el libro de Francisco Blanco Prieto, vamos a detenernos en la muerte de Millán-Astray, o de lo que quedaba de él. Y lo primero que llama la atención en las exequias del tantas veces ponderado ejemplo de militar español, fundador de la Legión, gran africanista y franquista, es que faltara a su “último” entierro la persona por la cual lo estaban enterrando en vida y a trozos. Ese hombre era Franco. Pero Franco, que intentaba presentarse ante el mundo como el aliado del presidente norteamericano Eisenhower, no iba a permitir que lo vincularan con Millán-Astray. Este gesto puede leerse de dos formas, o fue la ingratitud de Franco con un incondicional o el último servicio dejado en testamento por Millán-Astray. ¡Quién sabe! Sin embargo, en aquellos días nos aliábamos con un país, Estados Unidos, que hacía presunción de poder al explotar la bomba de hidrógeno más potente fabricada hasta la fecha. Quizá quepa decir que Franco, militar apasionado e irreductible, estaría tan encantado con estos avances bélicos que por ello se olvidase de agradecimientos y sólo estuviera para alegrías, ya que el resultado de la alianza con EEUU fue el primer envío de armas para España.
Gracias, Sr. Blanco por regalarnos con este libro. Gracias tambiéna la editorial Hergar Antema por apostar por lo que nos interesa a muchos.
Estuve en la presentación y fue fantástica, un pelín larga la aportación histórica, un mucho escasa la aportación socioeconómica y un gran libro para desbrozar con mimo.
Gracias!