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Autor: Francisco Blanco Prieto

¿ QUÉ PODEMOS HACER HOY ?

¿ QUÉ PODEMOS HACER HOY ?

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La madrugada que abre la jornada es buen momento para responder a interrogantes pocas veces formulados sobre lo que haremos durante el día que comienza, sin otro afán de alimentar el buen entendimiento, cumplir deseos ocultos que no salen a la luz y satisfacernos en el bienestar ajeno.

Instante al borde del día, cuando se desperezan los primeros minutos de las veinticuatro horas que nos esperan, donde a los afanes cotidianos cabe añadir una actitud favorable a la felicidad ajena en beneficio de nuestro propio bienestar, porque todo aquello que liga y conviene reporta satisfacción y paz.

¿Qué haremos, pues, hoy para que nuestra familia mantenga la unión y fuerza que permita alcanzar las metas comunes de felicidad que ambicionamos?

¿Qué haremos hoy para que nuestro vecino sonría en el rellano de la escalera, cuando ambos salimos hacia el trabajo de cada cual?

¿Qué haremos hoy para fomentar el buen entendimiento con los discrepantes, poniendo de nuestra parte la empatía necesaria para el acuerdo?

¿Qué haremos hoy por el amigo desempleado, por el que come solo una vez al día, por el que nadie habla con él y por el que los demás critican?

¿Qué haremos hoy para ayudar al compañero de trabajo que comparte con nosotros el oficio que alimenta a las familias de ambos?

¿Qué haremos hoy para hacer más liviana la carga del amigo que sufre a nuestro lado sin decir palabra, ni queja, ni pedir ayuda?

Si algo hacemos en beneficio de las personas que con nosotros conviven, será más feliz el día, inolvidable el recuerdo de la jornada, nuestro bienestar recompensa y recibiremos el afecto que deseamos de quienes la vida ha dispuesto que caminen a nuestro lado para llegar juntos a la estación término.

LUTO AZUL

LUTO AZUL

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Refugiados

Condenados al naufragio por la barbarie que domina en la tierra que les vio nacer, muchos sirios entregan su cuerpo al mismo agua salobre que hace soñar a los enamorados y alimenta rebeldías en quienes enmudecen contemplando la belleza azul teñida de negro por la muerte de náufragos que buscan refugio en tierras de promisión.

Mueren al borde de la arena sin ser despedidos con pañuelos blancos en la bocana del puerto de Latakia a bordo de un barco soñando azares afortunados, huyendo sobre una lamparilla flotante que tiembla en el horizonte mortecino del mar, zarandeada por el ritmo alternativo de manotazos en la jareta del alma.

No son necesarias grandes olas negras golpeando el casco de la patera desnuda de lujos y placeres, ni que la tempestad convoque al rayo sobre las grietas del océano para que zozobren sus vidas al silbo del destierro, haciendo un ovillo espumoso con los cuerpos desprendidos del frágil cascarón agitado en danza macabra, preludio de catástrofe.

Muñecos trágicos columpiándose del hilo delgado de la vida, invocando mudos una queja que el mar no atiende porque las sirenas ignoran el significado de las súplicas y el ronquido del agua barre la patera arrancando los cuerpos como jirón de vela, que custodiarán para siempre las gaviotas.

Hostiga el dolor la fe dormida en la media luna, sofocando la marejada con plegarias vírgenes de unos labios condenados al silencio, mientras dos manos impotentes para doblar el destino se elevan al cielo y clavan las uñas en cárdeno mar queriendo rescatar de las tinieblas las amapolas que en la espuma han florecido.

LLEGADA DEL BORBONEO

LLEGADA DEL BORBONEO

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Mañana se cumplen cuarenta años que el rey-padre fue proclamado como tal sin un duro en el bolsillo, pronunciando en las Cortes su primer discurso con aspiraciones a ser el rey de todos los españoles, incluso de sí mismo, consiguiendo esto último el día de su abdicación con una saneada cuenta corriente.

Viendo la foto de la coronación del rey-padre de España don Juan Carlos de Borbón y Borbón – de quien poco se ha sabido durante décadas aunque tanto se haya hablado de él – en un periódico, se me ocurre que es buen momento para recordar la llegada del primer Borbón, que inauguró el borboneo en la monarquía española.

A la muerte sin descendencia de Carlos II el Hechizado – el canijo, tonto, enfermizo y estéril rey “austriaco” español -, los borbones y austriacos se disputaron a tortazo limpio el trono de España, porque al «embrujado» no se le ocurrió otra cosa que nombrar heredero al francés Felipe de Anjou, pretendiendo extinguir de un plumazo la rama española de los Austrias, oponiéndose a ello su esposa Mariana que postulaba como heredero a su sobrino, el archiduque austriaco Carlos.

El conflicto estaba servido, y así fue. Don Felipe hizo las maletas y se vino a tomar posesión del trono al igual que el archiduque, llegando ambos bien armados y con ejércitos dispuestos a conquistar la corona a sablazo limpio, costara lo que costase, apoyados cada cual por los estados europeos alineados en cada bando.

Con el Borbón estuvieron Francia y España, y con Carlos, Austria, Gran Bretaña y Portugal, dispuestos cada cual al combate, es decir, a que lucharan cuarenta mil hombres en Almansa derramando su sangre en el campo de batalla, mientras los mandamases descansaban felizmente en su tienda, como sucede en todas las guerras, que son provocadas por jefes pero quienes ponen los muertos son los ciudadanos obedeciendo órdenes que los llevan al matadero.

Acabaron venciendo los borbones un 25 de abril de 1707 en la concluyente batalla de Almansa, aunque siguieran combatiendo sin fuerza los austriacos en Villaviciosa y Brihuega, asentando Felipe V sus borboneos reales en España hasta el día de hoy, en que cobra fuerza el dicho popular: “cuando el mal viene de Almansa, a todos alcanza”, aforismo no referido a los almanseños, claro, sino a los Borbones.

JORNADA DE ANIVERSARIOS

JORNADA DE ANIVERSARIOS

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Un día como hoy de 1936 disparos madrugadores proyectaron la sangre del jefe falangista sobre la pared de la cárcel alicantina, y 39 años después moría en la cama el generalisísimo Franco, mientras los Populares festejaban el mismo día de 2011 su incuestionable victoria en las urnas con vítores, cantos y banderas genovesas, de sabidas consecuencias para los beneficiados y perjudicados por el escrutinio.

Hoy, un año más, nostálgicos y críticos del antiguo régimen, ocuparan los medios de comunicación, “hunos” para censurar al máximo protagonista de la gran matanza fratricida, dictador que durante 40 años amordazó España y la llevó a un retraso del que todavía arrastramos las consecuencias; y “hotros” elogiarán al salvador de España y de la civilización cristiana.

Serán pocos los que recuerden que también este mismo día de 1936, murió el anarquista Durruti al frente de su belicosa columna miliciana; el médico nacionalista Santiago Brouard desapareció del mapa a manos del GAL en 1984; y el diputado Josu Mugoruza cinco años después en la misma fecha, y no por casualidad cronológica.

Para compensar tan tiroteada efemérides, recordemos que un día como hoy de 1959, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos del Niño, reconociendo:

El derecho a la igualdad, sin distinción de raza, religión, idioma, nacionalidad, sexo, opinión política.

El derecho a tener una protección especial para el desarrollo físico, mental y social.

El derecho a un nombre y a una nacionalidad desde su nacimiento.

El derecho a una alimentación, vivienda y atención médica adecuada.

El derecho a una educación y a un tratamiento especial para aquellos niños que sufren alguna discapacidad mental o física.

El derecho a la comprensión y al amor de los padres y de la sociedad.

El derecho a actividades recreativas y a una educación gratuita.

El derecho a estar entre los primeros en recibir ayuda en cualquier circunstancia.

El derecho a la protección contra cualquier forma de abandono, crueldad y explotación.

El derecho a ser criado con un espíritu de comprensión sexual, tolerancia, amistad entre los pueblos y hermandad universal.

TÓSIGOS HUMANOS

TÓSIGOS HUMANOS

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Sabemos que los productos tóxicos contienen sustancias que producen envenenamiento en los seres vivos, pudiendo llegar a causar las muerte de los intoxicados, si no se toman medidas oportunas para eliminar los efectos ocasionados por las sustancias nocivas ingeridas, inhaladas o inyectadas.

Junto a estas pócimas químicas, existen tósigos humanos no descritos en manuales ni estudiados en centros educativos, a pesar de tener una toxicidad superior a los bebedizos convencionales y funestas consecuencias para los demás, pues contaminan todos los espacios de su hábitat.

Tales pócimas humanas son crónicamente ambiciosas, anímicamente inmorales, endémicamente malignas y genéticamente perniciosas, por mucho que disfracen sus colmillos con sonrisas de porcelana y oculten su inveterada vocación de exterminio bajo una piel de oveja merina.

Profesionales de la usurpación, expertos en manipulación y carentes de escrúpulos, ostentan en la pechera moral el título de peritos en extorsiones, abusos y usurpaciones de bienes y derechos vecinales, explotando las desgracias en beneficio propio y mirándose al espejo sin ver la podredumbre de su alma.

En el diccionario ético de los tósigos humanos no figuran palabras como verdad, solidaridad, empatía, honradez y generosidad, para evitar tentaciones demoníacas de servicio al prójimo, ayuda al vecino y compromiso social, siendo tales toxinas bípedas los responsables del envenenamiento ajeno, con su prepotencia, cinismo y codicia.

A MI COLEGA MARINA

A MI COLEGA MARINA

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Tengo para mí, que al colega José Antonio Marina, filósofo titulado universitario y pedagogo por nombramiento propio, se le ha ido la pinza a fuerza de filosofar sobre la educación, porque no caben mayores desatinos en tan corto espacio de tiempo, como los disparates verbales que este profesor de Secundaria ha lanzado contra sus colegas, tras perder el buen sentido que tuvo en otros tiempos cuando apostaba por una «movilización educativa», que implicara a toda la sociedad en mejorar la educación.

Al comenzar su discurso sobre el modelo de evaluación del profesorado defendido por él, pensé equivocadamente que se trataba de una calentura ocasional y pasajera. Pero luego, este jubilado profesor de Secundaria ha seguido martilleando con lo mismo, mereciendo ya unas palabras al respecto por parte de quien ha dedicado muchos años a la evaluación educativa con cuatro libros en su haber sobre el tema, varios artículos, un proyecto de cinco volúmenes dedicados a la Autoevaluación Institucional y su tesis en Didáctica.

La vieja idea de someter a evaluación la práctica docente es tan buena, como lo sería la de evaluar a los jueces, médicos, funcionarios, políticos, clérigos y cualquier gremio profesional que considerarse pueda. El problema es que Marina se desliza por un tobogán provocador, imprudente y desacertado, al que respondemos con esfuerzo en cinco puntos, porque la respuesta a su proyecto merecería un replicario interminable.

  1. En nuestro país, que es el suyo, estamos lejos de contar con gabinetes profesionalizados en evaluación educativa, lo que significa poner el enjuiciamiento sobre los profesores en manos de aficionados y oportunistas, con el daño que esto ocasionaría a los evaluados, al propio sistema y a la sociedad.
  2. Oírle decir al señor Marina que los buenos profesores no pueden cobrar igual que los malos, significa que este filósofo tiene claro quienes son unos y otros, algo difícil de adivinar dadas las características de los procesos educativos, la falta de una carrera docente, la desigualdad de recursos, la diversidad de centros y la heterogeneidad de alumnos.
  3. Detrás del proyecto de Marina se esconde el paradigma cuantitativo de la evaluación, sancionador y excluyente, tan alejado del modelo cualitativo y formativo que debe tener la evaluación educativa, integradora, criterial, contextualizada, negociada, científica, ética y participativa.
  4. El management, la valoración, el examen sancionador o la auditoria no son aplicables en la evaluación educativa de la práctica docente, inspirada en la detección de las deficiencias para superarlas, corregirlas y mejorarlas, pero nunca para sancionar ni excluir al docente que incumple su oficio, porque bastante tiene con intentar aprenderlo mediante ensayo y error, por falta de formación inicial.
  5. Referente a la propuesta cicatera, dislocada, insolente y obscena del señor Marina, pidiendo que los «buenos» profesores denuncien a los «malos» y fomenten la exclusión de estos del sistema, proponemos que esto se extienda al resto de profesiones, viéndonos obligados a pedir su eliminación, por incompetencia, como responsable de elaborar el Libro Blanco de la Función Docente que le ha encargado el abogado, IX barón de Claret, reconocido especialista mundial en temas educativos.

Aprovechando la amistad y confianza que el ministro tiene con este profesor de Filosofía, le recomendamos que dedique sus esfuerzos a conseguir que la asignatura de Filosofía recupere su puesto en el currículo escolar, porque necesitamos mentes jóvenes bien estructuradas.

INVISIBLES SUICIDAS

INVISIBLES SUICIDAS

ELTERRORISTASUICIDAFernandoVicente

Haciendo uso del derecho a opinar que asiste a todos los ciudadanos, hago público mi pensamiento en torno a los atentados sangrientos que han segado de cuajo la vida de inocentes vecinos parisinos, provocando inevitables sentimientos de dolor, rabia contenida, impotencia manifiesta y atenazante frustración, porque nada puede hacerse, y lo que se está haciendo no hará más que agravar la fractura y multiplicar la sangre.

No es momento de perder la razón cuando más la necesitamos, ni dejarnos arrebatar el sentido común por la venganza que conduce a un callejón sin salida, ni olvidar la historia por la inmediatez de los hechos, ni sustituir la templanza por la ira, porque todo ello nos impedirá ver el bosque donde nos encontramos rodeados de árboles sin hojas de libros en sus ramas, salvo las del Corán.

Los bombardeos que están llevando a cabo los franceses en la guerra que han emprendido contra ISIS, evidencian que han olvidado la historia y sus consecuencia, abandonando el análisis de la realidad en Irak, Siria, Afganistán y otros territorios, donde las bombas contra ellos multiplicaron el número de voluntarios dispuestos a inmolarse y disparar contra todo lo que se mueva en occidente.

Los terroristas son seres invisibles contra los que no se puede luchar por mucho que se empeñen los gobiernos, porque son indetectables por los radares, imperceptibles a las cámaras fotográficas, impalpables al tacto policial, incorpóreos a toda investigación, con una capacidad de transformación indescifrable a simple vista.

En ocasiones, el terrorista resulta ser el vecino amable que nos saluda sonriente cada mañana, hasta que un día nos lo cruzamos en la escalera sin percibir el cinturón de cartuchos que llevaba ajustado al cuerpo, camino de una escuela donde los niños se agrupan a la puerta o camino del estadio de fútbol donde juega el equipo de su preferencia.

También puede ser el compañero que un día no acudió a su puesto de trabajo porque tuvo que viajar en tren para llevarse con él al paraíso a las decenas de personas que estuvieron a su lado en la sala de espera de la estación, sin prevenir que el joven sentado a su lado estaba dispuesto a destrozar la vida de la esposa, hijos, padres y hermanos de los asesinados.

Estos personajes invisibles tienen la sonrisa en paz, pero el alma en guerra. Aparentan la mansedumbre de los corderos bajo su piel de lobo. Se consideran liberados de esclavitudes terrenales, sin percibir que su voluntad está cautiva. Y atesoran la ignorancia de los cuadrúpedos, quedando en manos de encantadores espirituales que aprovechan su incultura para dominar sus mentes.

Tened en cuenta, amigos, que mientras haya un inepto creyente de cualquier religión, convencido de que inmolarse por su Dios le llevará a la felicidad eterna, el terrorismo será invencible. Y tened aún más presente que la insaciable codicia de occidente hará imposible la paz.