EL ÓRGANO Y LA FUNCIÓN
Anticipándose a Darwin, el evolucionista Lamarck atribuyó los cambios en las especies a su adaptación al ambiente. Es decir, que el entorno propicia la evolución, algo que en palabras de mi pescadera significa que la función crea el órgano, no que el órgano aparece espontáneamente sin función que realizar.
¿A qué viene esto, me diréis? Pues a que el sentido común desaconseja construir jaulas si se carece de pájaros; comprar anaqueles si no se tienen libros; adquirir álbumes de numismática careciendo de sellos; o gastarse dos millones de eurazos en un museo textil, sin tener elementos que exhibir el él.
Esto ha hecho el alcalde popular de Béjar en la villa que regenta, sin cortarse un pelo al afirmar que ya se han dado los primeros pasos para conseguir contenidos; que buscarán dotar al centro de la maquinaria idónea; y que en caso de que en Béjar no se encuentre, se buscará en otras ciudades con pasado textil. ¡Bien por el chico!
¿Os sorprendéis? No me extraña la cara que estáis poniendo ni los recuerdos que este despilfarro os trae a la memoria sobre hechos semejantes. Pero si conocierais a este iluminado empleado de telefónica, comprenderíais que se le haya ocurrido construir un museo sin tener piezas que exhibir en él.
Eso sí, el señor alcalde no anticipa la inversión que dichos contenidos representarán para la villa, ni cuándo podrán deleitarse los visitantes con la muestra, pero ha dado su palabra de que en julio los vecinos podrán visitar el museo vacío.
Un comentario en «EL ÓRGANO Y LA FUNCIÓN»
Me alegra ver que coincidimos. Me he acordado mucho ayer al pagar el IRPF y lo recordaré más el día 20 al pagar el IVA. Un abrazo