NUEVO CATECISMO
Parafraseando al catecismo que de niño me exigieron aprender, dejadme que os diga los siete pecados capitales y los dones que los evitan:
Contra el abuso, rebelión.
Contra la corrupción, galeras.
Contra el cinismo, desprecio.
Contra el fundamentalismo, educación.
Contra la explotación, secuestro.
Contra los politiquería, abstención.
Contra el nepotismo, conjura.
Además, son virtudes Teosociales: la solidaridad, la empatía y el altruismo. Siendo Cardinales: la sinceridad, el respeto, la honradez y la cortesía. Con todo ello se garantiza feliz vida.
Para evitar tentaciones malsanas hay que hacer buen uso de los siete dones del espíritu humano: don de pensar en los demás, don de lealtad, don de generosidad, don de trabajo, don de responsabilidad, don de sentido común y don de buen humor.
Y si queremos alejar desgracias propias y quebrantos ajenos, busquemos en la formación ciudadana la solución a todos los duelos:
Contra las guerras ideológicas, cultura.
Contra los mártires inmolados, cultura.
Contra el terrorismo irracional, cultura.
Contra pedofilia y pederastia, cultura.
Contra reinos celestiales, cultura.
Contra la drogadicción, cultura.
Mala historia es que mientras en Europa discutimos sobre la calidad del chocolate, en el “sur” se muerdan los puños de hambre dejando cada tres segundos un niño en la cuneta, sin que esto parezca importarle demasiado a capelos cardenalicios, togas judiciales, birretes universitarios, gominas de banqueros, coronas de reyes y escaños parlamentarios.