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Día: 21 de septiembre de 2015

ME GUSTA ESTE JUEZ

ME GUSTA ESTE JUEZ

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Si para gustos se hicieron los colores y para disgustos los borrones, puedo confesar mi gusto sincero, afecto, simpatía y devoción por un personaje que aprecio y estimo tanto como la moneda cinco duros que a todos gusta, según dijo San Escribá en su “camino” por la vida cuando entre nosotros estuvo.

Pero “vallamos por partes” antes de saltar la valla no vaya a ser que vayamos de cabeza al hoyo, sabiendo que ya “esta” previsto que “una de ellos” o de “su miembros” responda por mí, aunque “sea hecho” con “mas” acierto que se ha hecho el repaso a su escrito como si “de mi hubiera dependido”.

Confieso que me gusta este juez de apellido bis, por su flequillo a lo garçon, su elegancia desenfadada, la dureza de su cara, el porte caballoresco, la sonrisa convicta, el aristocrático desparpajo ante las injustas críticas que recibe y la belleza madura que luce a lo George Clooney.

Me gusta don Rienque por su valentía, desprecio a la vida propia y ajena, tímida arrogancia, ausencia de descaro, falta de turbación anímica y ausencia de enrojecimiento en el rostro cuando es pillado circulando en moto de madrugada, ebrio y sin casco por la las calles de Madrid.

Me gusta este magistrado por su rebeldía a las normas ortográficas, tanto como me satisfacían los alumnos que presentaban trabajos de dos páginas con 50 faltas de ortografía, las mismas que él ha dejado en su escrito de renuncia a dejar el tribunal que juzgará a los gürtelos.

Me gusta este cacabelense juez por su independencia de criterio, autonomía moral, honradez profesional, indiscutible imparcialidad y absoluta desvinculación de los moradores en Génova, lo cual le capacita para juzgar correa en mano el correoso caso de los correazos, mucho más que a cualquiera de los otros 5.000 jueces que hay en España.

Me gusta el ex miembro del Tribunal Constitucional por su parecido a la mujer del César, ya que además de su acreditada imparcialidad a la hora de firmar sentencias, certifica con sus comportamientos y palabras la independencia garantizadora de honestidad, limpieza y ceguera de la justicia que imparte.

Finalmente, me gusta el actual magistrado de la Penosa sala del Auditorio Nacional por sus sensatas y fundamentadas opiniones sobre el matrimonio homosexual, su defensa de la cadena perpetua y sus críticas a la Ley Integral de Violencia de Género, demostrando con todo ello ser un juez honrado en el terreno personal, capacitado como pocos de sus compañeros en el campo profesional y un magistrado a la altura de los tiempos actuales como no lo está ninguno de sus colegas.