Navegando por
Etiqueta: tribuna

POLÍTICOS PROFESIONALES

POLÍTICOS PROFESIONALES

Unknown

Mientras el grueso de ciudadanos hacen su carrera profesional con sacrificio, ganándose el futuro trabajando duramente, otros se matriculan en las escuelas de alevines que los partidos políticos amamantan para nutrir sus filas, exigiéndoles simplemente lealtad a la organización, servidumbre al líder y paciencia en la espera a que el jefe los señale con su poderoso dedo, para sentarse veinte años en la poltrona.

El joven aspirante a un puesto de trabajo debe ganarse la vida opositando a plazas del Estado en dura competencia con el vecino o merecer un puesto en el mercado laboral demostrando competencia, abnegación y sacrificio. En cambio, al militante político juvenil le basta con genuflexionarse ante los patrones, rezar padresuyos al jefe, dar cabezadas doctrinales, repetir consignas y hacer diariamente sesiones de besaculos.

La modorra, gandulería, mentiras, verborrea, sueldos y privilegios de la casta política está llegando a una bajeza moral rayana en el pecado original, con descarados insultos a la inteligencia ciudadana y perversiones políticas ofensivas para la democracia, por obra y gracia de la abyección a que han llegado los partidos políticos, entregados a profesionales del oficio electorero que han hecho oficio de la política, presentándose ante los electores con hiriente desvergüenza.

         Mientras esta taifa de vividores ejercen la carrera política paseando su grotesca vanidad por las tribunas, los ciudadanos honrados se abstienen de participar en el juego electoral, sin percatarse que su implicación en el gobierno es el único medio de acabar con los polítiqueros, electoreros, partideros y tramperos, que se ofrecen a ellos en las elecciones para gobernarlos y administrar sus bienes, cuando en realidad sólo les interesa administrar los propios, aprovechando la extrema depresión de espíritu y escasa conciencia pública común que reina en el país.

SOLILOQUIOS EN LA TRIBUNA

SOLILOQUIOS EN LA TRIBUNA

imagesSon tantas las mentiras que han lanzado los políticos desde las tribunas, que las arengas, discursos y mítines se han convertido en soliloquios, donde el sermonero de turno habla para sí mismo porque nadie le escucha, nadie le atiende y nadie le cree, recibiendo el abucheo silencioso del sentido común ciudadano.

Los políticos han gastado las palabras de tanto manosearlas; han puesto trampas al diccionario utilizado eufemismos inadmisibles para la razón humana; y han pervertido el lenguaje con circunloquios sin sentido que emulan con holgura la palabrería de los charlatanes de mercadillo.

Convenía recordar a estos palabreros de las tribunas la advertencia del sabio Alfonso X cuando dice que el mucho hablar envilece las palabras. Algo repetido por Bacon afirmando que la discreción en las palabras vale más que la elocuencia. Y corroborado por el refranero, advirtiendo que quien mucho habla, mucho yerra.

Pero los dirigentes de nuestra sociedad no hacen caso a tales consejos y siguen con sus largos soliloquios en las tribunas desoyendo a Gracián cuando les dice que lo bien dicho se dice presto, sin considerar que no hay razones para alargar aquello que se puede abreviar, porque lo bien dicho no necesita excesos.

Los soliloquiadores insisten en su error de falsear y mentir, creyendo que las palabras se las lleva el viento y que el paso del tiempo formatea la memoria de los ciudadanos, olvidando que sus palabras quedan registradas en la memoria externa de las hemerotecas y los archivos de imágenes, para recordarnos sus falsas promesas, engaños y trampas, aunque la desvergüenza de los falsarios les permita seguir ocupando las tribunas.

¡AQUELLOS TIEMPOS DE CÁRCELES…!

¡AQUELLOS TIEMPOS DE CÁRCELES…!

images

Viendo correr la impunidad a galope tendido por la piel de toro, sin bridas ni freno que la detenga, espoleada por políticos y sin obstáculos sociales, ni sentencias judiciales condenatorias, ni estancias en alojamientos penitenciarios, sólo cabe añorar la década de los años noventa cuando pasaron una temporada a la sombra personajes de mejor catadura de los que ahora sonríen a los ciudadanos desde la tribuna de la impunidad.

Pusieron sus huellas digitales en la ficha de internos carcelarios, algunos privilegiados dirigentes que hoy no pasarían a la trena porque las togas andan lentas y los tribunales despistados desde que la justicia se ha quitado la venda, desequilibrando la balanza a favor de quienes no merecen favores.

Entre los huéspedes que durmieron en Alcalá-Meco estuvieron Mariano Rubio, Concha, Tamayo y Quesada, por defraudar a la Hacienda Pública a través de Ibercorp, siendo obligado el primero de ellos a dimitir de su cargo como Gobernador del Banco de España, algo que no sucede hoy.

¿Recuerdan ustedes dónde acabaron los que metieron mano en la caja pública de los fondos reservados malversando nuestro dinero? Pues eso. Si hubiera ocurrido hoy, Barrionuevo, Vera y el sinvergüenza de Roldán, estarían paseando impunemente por las calles protegidos por guardaespaldas, como hacen todos los que han estafado a los ciudadanos esquilmando las arcas públicas, sin que nadie se haya atrevido todavía a ponerle el cascabel al gato, es decir, a dictar sentencias en vez de censurar la situación a cencerro tapado.

Impunidad que disfrutarían hoy los banqueros Mario Conde, Romaní, Lasarte y Escolar, que lucieron entonces trajes a rayas por falsear documentos y apropiarse de algunos millones de euros, nada comparables con las cantidades arrapiñadas por los “cajeros” que han arruinado las Cajas de Ahorros, llevándose hasta los lapiceros y desplumando a miles de ciudadanos indefensos, que ven con desesperación como los estafadores viajan en limusina camino de paraísos fiscales.

Por delitos incomparablemente menores a los cometidos por muchos políticos que todavía permanecen en escaños, poltronas y sillones “reales”, no ficticios, el presidente cántabro Hormaechea fue condenado a seis años de prisión y 14 de inhabilitación.

Con estos ejemplos bastan para comprender la indignación del pueblo viendo sonreír en la pantalla con prepotencia insultante a los presuntos: Bárcenas, Rato, Urdangarín, Torres, Cristina,  Camps, Matas, Villegas, Encina, Rivas, Fernández, Álvarez, Iglesia, Orozco, Pujol, Blanco, Tous, Masallés, Millet, Crespo, Cuesta, Berzosa, Carrillo, Blasco, Martín, etc. etc. etc.