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Etiqueta: telebasura

AÑO NUEVO EN ODRE VIEJO

AÑO NUEVO EN ODRE VIEJO

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Desconfío de la vida nueva que los amigos me desean porque el año nuevo llega en odre viejo de pasados milenios, durante los cuales la raza humana ha mantenido constantes actitudes y comportamientos en su historia, sin reparar en la sabiduría que esto representa para la especie, pues en ello nos diferenciamos de los burros que nunca tropiezan dos veces contra la misma piedra.

En este año que comienza, mantendrá su inclinación el eje de rotación de la Tierra, volverán las oscuras golondrinas, las estaciones marcarán nuestros biorritmos, las modas los atuendos, las tradiciones sus costumbres y las enfermedades dolores, porque la gripe permanecerá en su sitio, las alergias en el suyo, puntuales llegarán las calenturas y los dolores articulares cerrarán el ciclo del eterno bucle.

Habrá muertes inesperadas, bodas esperanzadas, éxitos laborales, fracasos personales, abrazos confiados, falsas certidumbres, ilusiones inalcanzables, derrotadas aspiraciones, nuevas amistades y felices nacimientos…, como viene sucediendo desde que el primer bípedo racional bajó del árbol y pisó tierra.

Hasta es posible que se repitan las promesas electorales entumeciendo nuestros oídos con mentiras, y es seguro que seguirán gritando sus soflamas los sabihondos en tertulias, los corruptos imputados sonreirán ante el espejo, incrementarán su patrimonio los usureros y el pueblo resignado se mantendrá en silencio alejado de las barricadas.

Tened igualmente como cierto que la princesa del pueblo y sus cortesanos de la telebasura seguirán batiendo récords de audiencia entre quienes gozan contemplando en la televisión infidelidades, perjurios y venta de casquería fina, mientras los tramposos, defraudadores y estafadores, seguirán impunemente tomando piña colada en la cubierta de sus yates.

PUNTOS SOCIALES CARDINALES

PUNTOS SOCIALES CARDINALES

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Para salir del barrizal donde nos encontramos, urge cambiar los límites morales de España poniendo al Norte la honradez, que nos salvará de la corrupción; al Sur, la competencia que evitará los errores; al Este, la solidaridad, que promoverá la convivencia; y al Oeste, la vocación de servicio de los cargos públicos que dirigen el país por voluntad del pueblo, que paga sus salarios, dietas y privilegios.

Con la ética por bandera, será fácil poner la sanidad, la educación, la justicia y la dependencia en el lugar que les corresponde. La primera, nos dará la salud necesaria para tener el bienestar que merecemos; la educación será escoba intelectual para barrer las mentiras oficiales; la justicia espantará la impunidad de los pecadores sociales; y las ayudas a la dependencia harán más feliz la vida de los infelices.

Pero mientras haya ciudadanos aplaudiendo a futbolistas defraudadores a las puertas de los juzgados; mientras continúen los vítores a tonadilleras encarcelas; y mientras se mantengan las audiencias a salvadores programas telebasura, estaremos cada día más lejos de la limpieza mental que necesita este país para acometer con éxito la pureza moral.

DEGENERACIÓN COMUNICATIVA

DEGENERACIÓN COMUNICATIVA

Insultos

Es difícil encontrar un calificativo adecuado para expresar el estado degenerativo de la comunicación social que avanza en progresión imparable hacia el camorrismo, amenazando con expandirse como plaga bíblica hasta el último rincón de la sociedad, afectando a todas las áreas de convivencia ciudadana.

Hace pocos años se calificaba despectivamente como arrabalera la discusión entre personas a grito limpio, incumpliendo las normas elementales de comunicación oral porque la irracional pasión de los contendientes dirimía a bocinazo limpio las discrepancias, sin apreciar que era el método más eficaz para el distanciamiento.

Estos debates propios de arrabales marginales ineducados, pasó a la pequeña pantalla en programas telebasura donde se mantienen, contaminando a los telespectadores que jalean con espontáneas intervenciones a los asilvestrados protagonistas, participando en las broncas con desparpajo inimaginable hace unas décadas.

Superado el periodo de adaptación a la basura televisiva ha saltado la gresca a los hipotéticamente cultos tertulianos, sabelotodo que evidencian con patético descaro la ignorancia que atesoran, demostrándose mutuamente sin rubor una falta de cortesía, respeto, educación y buen gusto que a todos nos avergüenza.

El paso siguiente ha sido el insulto, como practica ejercida con descaro y excepcional sabiduría por concejales, alcaldes, diputados, líderes políticos y representantes populares que solo se representan a ellos mismos, porque ninguno queremos vernos representados por tan indignos representantes.

Puta, nazi, cabrón son algunas de las flores que se dedican entre ellos, acompañadas de amenazas de muerte, deseo de exterminio y otras lindezas propias de cabalgaduras salvajes, inmunes a la racionalidad que ingenuamente se les supone, porque su espacio natural corresponde a territorio montaraz.

Son peligrosos estos cuadrúpedos por sus coces, pero lo más repulsivo de ellos son los relinchos con que dan explicaciones públicas a sus regurgitaciones verbales, insultantes para el sentido común, ofensivas para la inteligencia y despreciables para el resto de mortales que contemplamos atónitos la impunidad de tales vándalos sociales.

QUIÉN DECÍA…

QUIÉN DECÍA…


Quién decía que ya se veían brotes verdes, si en el desierto laboral apenas queda agua.

Quién decía que la enseñanza era mal negocio, si los centros privados se frotan las manos.

Quien decía que la “telebasura” era mierda concentrada, si muchos se alimenta de ella.

Quién decía que Paquirrín no valía para nada, si ahora trabaja en “Tú sí que vales”.

Quién decía que no eran iguales los políticos, si dicen que entre ellos no hay diferencia.

Quién decía que los no bautizados iban al limbo, si lo han cerrado por falta de clientes.

Quién decía que la verdad llevaba a todas partes, si es la mentira quien abre las puertas

Quién decía que los emigrantes quitaban el pan, si se alimentan con migajas que sobran.

Quién decía que “Cachuli” llevaba altos los pantalones, si ahora arrastra la culera.

Quién decía que los especuladores dejarían de especular, si sobran especulaciones.

Quién decía que la honradez era la mayor riqueza, si se hacen millonarios los corruptos.

Quién decía que “el bigotes” era una entelequia, si un juez ajusta la “correa» a la gaviota.

Quién decía que “la Esteban” era ordinaria, si está de ordinario metida en todas las casas

Quién decía que los parados pararían, si tienen motivos sobrados para no parar.

Quién decía que el Misterio de la Trinidad era un misterio, si no tiene misterio alguno.

Quien decía que la política era el arte de servir al pueblo, si los políticos se sirven de ella.

Quién decía que los sindicatos trabajaban para los currantes, si los liberados no trabajan.

Quién decía que la burbuja de indignados no existía, si está a punto de explotar.

Quién decía que Camps se pagaba los trajes que usaba, si le ha crecido la nariz.

¡Ah!, pero quien decía que España era un país de quijotes en manos de sancho panzas, tenía razón.