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BENZODIAZEPINA PARA LOS ACADÉMICOS

BENZODIAZEPINA PARA LOS ACADÉMICOS

El desencuentro lingüístico entre la vicepresidenta Calvo y los académicos sobre el lenguaje inclusivo, da pie a jugar con el género gramatical sin ánimo de molestar a personos que combaten con radicalidad el tradicional lenguaje sexista, recomendando previamente a quienes dan brillo y esplendor a nuestra lengua desde los sillones académicos de la calle Felipe IV, la ingesta de Clorazepato.

Espero que las miembras rectoras del Ministerio de Igualdad, erradiquen el leguaje no sexista de los textos que redacten, los discursos que pronuncien y las entrevistas que concedan, pero que entiendan este juego como broma que alivie la pesadumbre que padecemos los que contemplamos pacientemente excesos carentes de sentido, lógica y justificación lingüística.

Sin entrar en profundidades gramaticales ni filológicas, preguntamos qué nuevas palabras o palabros, saldrán por la puerta número 33 de la madrileña calle Alcalá. ¿Caballo será caballa o mantendrán yegua? ¿mesa o meso? ¿sillón será sillona o bastará con silla? ¿tendremos persona y persono?; ¿víctima y víctimo? ¿piloto y pilota? ¿modelo y modela? ¿testigo y testiga? ¿otorrino y otorrina? ¿cineasta y cineasto? ¿logopeda y logopedo? ¿militar y militara? ¿portavoz y portavoza? ¿cabo y caba? ¿jurado y jurada? ¿intérprete e intérpreta? ¿miembros y miembras herederas de Aido?

¿Estudiante se duplicará en estudiante y estudianto? ¿cantante, en cantanta y cantanto? Y lo que es peor y puede afectar directamente a ciertos personajes y algunas personajas ¿ignorante, acabará con división entre ignorantas e ignorantos?

Mientras estamos a la espera de lo que venga, conviene recordar lo que le ocurrió al sindicalisto periodisto que fue de turisto con el poeto y el contratisto a escuchar al orquesto formado por pianisto, trompetisto y violinisto, artistos detenidos por un policío que salía del dentisto para ir al masajisto, sin avisar al telefonisto porque el electricisto estaba en el oculisto esperando que el maquinisto dejara de ser machisto.

JUGANDO CON EL GÉNERO

JUGANDO CON EL GÉNERO

Unknown

Una querida amiga, que lleva con generosidad, orgullo y dignidad ejemplar su oficio de maestra rural, me envía hasta mi reposo en Mojácar un correo que le agradezco, porque me da pie a jugar con el género gramatical sin ánimo de molestar a personos que combaten el ingenuo y tradicional lenguaje sexista.

Espero también que la miembra asesora de la Agencia de Naciones Unidas para la Mujer, entienda este juego como broma que alivie la pesadumbre que padecemos, aunque Bibiana Aido no la sufra en sus relajantes paseos por las calles de Nueva York hablando por el móvil con Leire Pajín, que descansa en un banco frente al Capitolio, para recuperarse del agobiante trabajo que tiene en la Organización Panamericana de Salud, cobrando ambas un sueldo que no les permite llegar a fin de mes.

Sin entrar en profundidades lingüísticas, es de dominio público que las palabras de género femenino terminan en la letra a, y las referidas al masculino en la o, precedidas ambas de las correspondientes partículas gramaticales, pero no siempre ocurre esto así, lo que provoca malestar en sectores que defienden desigualdades difíciles de conseguir.

Esto le ocurrió al sindicalisto periodisto que fue de turisto con el poeto y el contratisto a escuchar al orquesto formado por pianisto, trompetisto y violinisto, artistos detenidos por un policío que salía del dentisto con un golfisto, para ir al masajisto sin avisar al telefonisto porque el electricisto estaba en el oculisto esperando que el maquinisto dejara de ser machisto.