Navegando por
Etiqueta: Sansón

CARTA A LOS PROFETAS DE LA BONANZA

CARTA A LOS PROFETAS DE LA BONANZA

 

Captura-de-pantalla-2014-10-09-a-las-10.07.57-300x169

Profetas bonanzeros:

Me dirijo a vosotros, -especuladores financieros, explotadores empresariales y políticos desapercibidos-, en plenas fiestas navideñas, cuando llenáis de Moet las copas y os indigestáis con excesos de groumet, mientras a la puerta tiritan muchos vecinos de frío comiéndose los puños de hambre porque los habéis dejado a la intemperie de la vida, sin otro consuelo que tirar la puerta abajo para comerse las sobras de vuestros platos.

La actitud que mantenéis ante los micrófonos de las tribunas públicas, redes sociales, periódicos y tertulias me autoriza a llamaros exiliados, no porque viváis físicamente fuera del país, sino porque habitáis en una burbuja aislada dentro de él, muy alejados de la realidad que viven millones de ciudadanos vuestros a los que negáis la mirada cuando se cruzan con vosotros en la calle.

El sonsonete con que nos taladráis el cerebro para hacernos creer que las cosas van bien en el país porque la economía se recupera, es tan falso como una moneda de madera, por mucho empeño que pongáis en serraros cada día la nariz que os crece de manera incontrolable, salvo que os falte completar la frase añadiendo que cada vez va mejor la situación para los de siempre, entre los que vosotros ocupáis lugar preferente.

Quiero recordaros que el informe de Unicef asegura que cada día nacen menos niños y estos son cada vez más pobres, llegando a 2.306.000 los infantes que viven por debajo del umbral de la pobreza. Por su parte, Cáritas asegura que la tasa alcanza al 29,9 % de los niños, dato que ha ratificado el INE subiéndolo al 31,9 %, mientras el informe Foessa denuncia un incremento exagerado de la quiebra social con aumento desmedido de las desigualdades entre los que van sobrados y quienes roen mendrugos de subsistencia, al tiempo que el paro escandaliza tanto como la corrupción.

¿Qué contáis, pues, bonanceros de pacotilla? ¿Cuál es vuestro objetivo arcabuceros de guante blanco? ¿Qué pretendéis, embaucadores de bisutería? ¿Dónde queréis llegar trileros manipuladores? ¿Por qué nos insultáis tanto, pinochetes plastificados?

Basta mirar a los contenedores de basura, conversar con los parados, pasar por las urgencias hospitalarias, hacer cola en los comedores sociales, acudir a los centros de acogida, observar el hacinamiento en los refugios, hablar con los discapacitados, dormir en las chabolas o asistir a desahucios, para sentir en el alma la ira que producen vuestros falsos vaticinios.

Os invito a salir del cascarón donde habitáis bien nutridos y felices, para que veáis la luna negra reflejada en los muros de adobe, las ratas deambulando por los fogones, los garfios del hambre en el estómago, las coronas de espinas en los niños, los candiles secos de aceite, las lenguas de esparto deshidratadas, el sudor espeso del hacinamiento, los estertores de la blasfemia, el llanto anémico de muchas embarazadas, las pupilas telarañosas de los ancianos, el llanto de los desahuciados y las moscas nutriéndose con lágrimas desesperadas.

Pero alejaos de quienes tienen ya la sangre hecha cristal y se acerquen a vosotros con quijadas de burro en la mano, porque estos abelitas han heredado el alma del juez bíblico Sansón y están dispuesto como él a matar mil hombres para salvar sus vidas.

Esto os aconseja un indignado por vuestra hipócrita ceguera.

MACABRO CENTENARIO

MACABRO CENTENARIO

Unknown

Se cumplen hoy cien años del comienzo de la Primera Gran Barbarie Mundial, más conocida como Gran Guerra, Primera Guerra Mundial o Guerra Europea para los americanos, que comenzó a fraguarse en el siglo XIX y recibió el pistoletazo de salida el 28 de junio del siguiente, cuando el estudiante nacionalista serbio Gavrilo Princip se encontró casualmente con su víctima junto a una pastelería de Sarajevo.

Este don nadie lo cambio todo, perforando a tiros el cuerpo del heredero imperial, archiduque Francisco de Austria, dando pie a que los austrohúngaros se enfrentaran a los serbios, apoyados por rusos, ingleses y franceses, contra italianos y alemanes, comenzando así una salvaje guerra que duró cuatro sangrientos años, llevándose por delante a millones de personas, nunca bien contabilizadas.

Leyendo diarios personales escritos por soldados que fueron llevados al matadero, el corazón se desgarra disolviendo la razón humana en locura de sangre derramada en las trincheras a golpe de bayoneta calada, rubricando con hechos reales el metafórico pasaje bíblico de Caín y la despreciable hazaña de Sansón, que inspiraron a Freud y Nietzsche, ahogando de impotencia el corazón de todos los ciudadanos corazonados.

Los tiroteados militares, hablan en sus cartas de miles de soldados hechos pedazos, de restos humanos desperdigados por el suelo, de gritos de dolor en las morgues hospitalarias, de amputaciones serrucho en mano, de buitres alimentándose de cadáveres y de insoportables hedores de carne humana nutriendo gusanos al sol.

El asesinato del archiduque fue una casualidad, de acuerdo; pero la guerra fue llevada a cabo con premeditada meditación y despreciable cobardía por mandamases que nunca pisaron el campo de batalla, ni pasaron hambre, ni temblaron de miedo, ni estuvieron frente a un pelotón de fusilamiento, ni saltaron por los aires de un cañonazo ni su carne alimentó perros callejeros hambrientos, porque a las cero horas del siglo XX el plato amargo de la locura estaba puesto sobre la mesa europea.