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Etiqueta: regidores

VIPERINIDAD

VIPERINIDAD

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Los humanos viperinos que habitan entre nosotros son seres venenosos de tamaño indefinido, vividorípedos, de cuerpo fajeado, pequeño cerebro, viciosa envidia, existencia frustrada y alma resentida, con dientes huecos en las teclas del ordenador donde emborronan papeles envenenados con rancia vocación y putrefacto espíritu.

Tales seres ejercen la viperinidad con maestría singular y patético orgullo en la tarea, ante la complacencia de sus ruidosos palmeros que jalean los insultos que propinan a diestro y siniestro, sin pensar que las burdas descalificaciones y dicterios que vomitan se inhabilitan por sí solos, al transformar sus crónicas, en agravios; sus opiniones, en ultrajes; sus comentarios, en oprobios; y sus artículos, en libelos.

Estos escribidores de porcelana, plumíferos sectarios, cínicos convictos y exterminadores del honor ajeno, deben saber que la tolerancia de los injuriados tiene un límite, al que llegan estos personajillos con pluma maledicente, ejerciendo el periocismo como pseudodeporte insultante con impunidad absoluta, pudiendo ser denunciados ante los tribunales ordinarios de justicia para que sean estos quienes sancionen a los difamadores.

Pero existe un camino más eficaz y directo para silenciar a estos ultrajadores que no voy a mencionar, amparado por el hastío de quienes sufren invectivas, denuestos y vituperios, por parte de tales víboras humanas que han escapado de la familia reptil a la que pertenecen.

NEBLINAS

NEBLINAS

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Cuanto más insistan “ellos” en convencernos de lo contrario que pensamos, más empeño pondremos “nosotros” en decirles que el último pelo de tonto que teníamos lo perdimos el día que la partitocracia impuso listas cerradas, la participación democrática se limitó a meter las papeletas en las urnas electorales cada cuatro años, la corrupción institucional  inició su despegue al infinito y la complicidad silenciosa de los que miran, ven, saben y callan, se hizo doctrina interna en los partidos, algunos de ellos hoy casi partidos.

La incapacidad de los políticos profesionales para darse cuenta del sentimiento popular hacia ellos, es la causa del profundo desencuentro entre el universo virtual en que «ellos» viven y la realidad terrenal que sufrimos los ciudadanos, acentuándose esta divergencia en el periodo electoral que estamos padeciendo, del que no sabremos nunca las cuentas ni lo que pagamos por ello, lo cual favorece nuestra salud.

En la neblina que envuelve a los mitineros, estos han perdido la brújula social siguiendo el rumbo equivocado de la paloma de Alberti hacia el norte, cuando su destino debería ser el sur, donde nos encontramos el 85 % de la población, ocasionándoles dicho error visiones oníricas y situaciones ficticias, imaginadas solo por ellos.

Lo que no perciben muchos candidatos es que tales neblinas despistan a poca gente y no impiden la visibilidad de la mayoría por muy bajas y espesas que sean las nubes, ya que el viento de la sensatez común las arrastra hacia la nada, despejando la mente de los sufridos ciudadanos que siguen caminos divergentes a sus regidores.