Navegando por
Etiqueta: poltronas

OFERTAS DE LA VIDA

OFERTAS DE LA VIDA

bueno

Anticipándose muchos años a las ofertas comerciales de enero, la vida nos hace propuestas desequilibrando las posibilidades de adquirirlas, pues la desigualdad de oportunidades que ofrece determina fatalmente el destino de cada una de ellas, quedando las bicocas para unos pocos, y los saldos para la mayoría invisible que va por el mundo, porque quien no tiene, no es, ni se le mira.

Ofrece la vida banquetes ceremoniales con sabrosos manjares a poderosos, que son llevados a la mesa por quienes tienen que conformarse con pasar la lengua por los platos al terminar el festín.

Ofrece la vida poltronas de terciopelo y despachos con dosel, a una selecta casta de seudócratas, a quienes lustran los zapatos de madrugada un cortejo de siervos sin pedigrí que son utilizados por ellos como alfombras.

Ofrece la vida mitras, casullas y báculos de oro a ministros divinos que imparten bendiciones y predican bienaventuranzas a quienes que se dejan la piel rescatando infieles que seguirán arrodillándose al paso de los capelos.

Ofrece la vida techo a quienes le sobran palacios, mientras entrega planchas oxidadas de hojalata para que construyan chabolas los que sirven a señores feudales del siglo XXI en sus lujosas mansiones.

Ofrece la vida piña colada en la cubierta de lujosos yates a financieros de la estafa, mientras los esclavos que abrillantan la cristalería de bohemia toman vino amargo en la bodega con vasos de plástico.

Pero también ofrece la vida papeletas de felicidad que el dinero no puede comprar, y garantiza la muerte en igualdad de condiciones para todos, sin mirar a la cuenta corriente ni al poder de cada cual.

ELECCIONES A LA VISTA

ELECCIONES A LA VISTA

Gallegos y vascos están convocados a las urnas, y los aspirantes a poltronas institucionales de todos los partidos han comenzado a cargar su artillería contra los enemigos políticos sin previo aviso, en el mismo escenario teatral  de elecciones precedentes, con idénticos protagonistas, semejantes amenazas mutuas, parecidos atrezzos y análogas mentiras.

Ganarán los actores que mejor engañen al pueblo. Los que tengan mayores habilidades para no decir lo que piensan hacer. Los que finjan ser lo que no son. Aquellos que prometan lo que no van a cumplir. Y quienes mejor representen su papel de salvadores del pueblo, cuando en realidad sólo les interesa su propia salvación.

Sabiendo todo esto, el pueblo hará cola en los colegios electorales con la esperanza de lograr lo que sabe de antemano que será imposible conseguir: que los elegidos se pongan al servicio de los ciudadanos, sometiendo sus intereses personales al bien común. Que los dirigentes superen la mediocridad que invade los cargos públicos. Que la incompetencia y que el carnet del partido no sea el banderín de enganche a la poltrona. Que las mentiras y falsas promesas no queden impunes ante los tribunales.

Pero no os hagáis ilusiones, porque nada de esto será posible.