Navegando por
Etiqueta: gilipollas

GALA DIXIT

GALA DIXIT

Desde muy joven he alimentado mi espíritu con palabras de intelectuales que viven la cuarta edad de su vida, convencido que puedo aprender magistrales lecciones de ellos por su larga y enriquecedora experiencia vital. Hombres  que tienen mucho que ofrecer, poco que temer y nada que ambicionar.

Son voces que apenas tienen voz para los sordos de espíritu. Voces sobradas de valor y sabiduría, que tienen el mérito de la verdad porque en la antesala del gran viaje nadie juega a las escaramuzas, ni aspira a beneficios sociales, ni tira de levitas, ni persigue honores, ni mercadea con platos de lentejas en la sala de espera de la estación término.

Atender esas palabras es la forma más certera de recorrer la vida por la senda escondida que han seguido los pocos sabios que en el mundo han sido. No conozco mejor camino para descubrir la verdad, ni hay sabiduría mayor a la expresada por los ciudadanos honrados que han abierto paso a la generación que tomará su relevo.

Por eso me deleita oír a José Luis Sampedro; disfruto con los pensamientos de Eduardo Galeano; atiendo las exhortaciones de Roncalli; comparto los sueños de Gandhi ; medito las propuestas de Hélder Cámara; reivindico el Consejo de Ancianos; y apoyo las palabras de Antonio Gala cuando afirmaba el domingo que “estamos siendo gobernados por una pandilla de tontos y gilipollas”.

Estoy de acuerdo con él, porque hay que ser muy tonto para no darse cuenta de la segunda burbuja que están hinchando los políticos de todos los colores con su falta de ejemplaridad; y muy gilipollas deben ser todos ellos para no percibir que cuando explote el globo de la indignación, la mierda va a llegar a Saturno y nadie va a librarse de saltar por los aires, ni siquiera los que se protegen en el bunker de la impunidad y el dinero.

GILIPOLLAS

GILIPOLLAS

Los nueve miembros del jurado que se encuentran ahora reunidos nos dirán si Pacocamps es inocente o culpable, pero lo que ya sabemos por boca de su «amiguito del alma» es que es gilipollas.  Pero no un gilipollas cualquiera, sino un gilipollas esférico, es decir, gilipollas por donde quiera que se le mire. No lo digo yo. Lo dice el “bigotes”. El mismo que le daba besos, le hacía regalos millonarios, comía en su casa, .… y terminó ofreciéndole “dos hostias”.

Según Alvarito, Pacocamps no es gilipollas porque vaya como don Gil Imón con sus dos hijas a todos los festejos madrileños donde como alcalde era invitado, popularizándose que Gil iba siempre con sus pollas, acabando por apocoparse en “Gil y pollas”.

No es eso, no. Lo que el “bigotes” ha querido decir es que Pacocamps es un lelo que se siente orgulloso de serlo; un tontolhaba que miente más que habla; un necio empedernido que saca la calva a refrescar por el cuello de la camisa almidonada.

Pacocamps duplica su gilipollez en el espejo donde pasa la vida, queriéndose con redundancia, adorándose a sí mismo, dándose besos en el trasero y creyéndose ser lo que no es, ni ha sido, ni volverá a ser, a poco que los valencianos hayan escuchado las conversaciones telefónicas con su amiguito conseguidor, que han sonrojado a la serpiente del paraíso.

La gilipollez denunciada por el corruptor Pérez nos hace pensar en un Pacocamps con ciertos delirios de grandeza, sin vergüenza alguna, rodeado de aduladores, con cemento en las mejillas, ausente de la realidad y sin sentido del ridículo.

La curación de tal grado de gilipollez no es fácil y pasa porque el motejador “bigotes” le aplique las hostias que le prometió, tantas veces como sea necesario. Además, las Trompas de Eustaquio del jurado popular no han de estar catalépticas y debemos confiar en que los valencianos hagan el resto.