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NO SOMOS, CADA CUAL ES

NO SOMOS, CADA CUAL ES

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Dicen que los españoles somos como somos, aunque nadie sepa como somos, y algunos se atrevan a decir que somos un cóctel de diferentes personalidades definido por la mezcla de arriesgadas características parciales, que algunos defienden sin razón alguna porque nadie es algo fuera de sí mismo, como persona única que cada cual es.

La estupidización general de quienes pertenecen al numeroso grupo de los chascarrilleros y clasifiqueros, adjudica vicios a los distintos pueblos que se distribuyen por la piel de toro, sin tener razón en lo que dicen, porque siempre habrá personas en cada comarca dispuestas a demostrar lo contrario.

Dicen estos adivinos de mente blanca que los andaluces son mentirosos y fuleros; los catalanes, interesados y peseteros; vulgares y toscos, los levantinos; a los aragoneses les toca la cabezonería y tozudez; torpones y vagos los extremeños; siendo los castellanos secos y siniestros; los isleños independientes y reservados; distantes y quejosos los vascos; y para lo gallegos queda la desconfianza y la morriña.

Nada de esto es cierto fuera de la equívoca y gratuita generalización de quienes realizan tales juicios de valor con desatino, pues todos conocemos vascos cercanos, catalanes generosos, aragoneses flexibles, castellanos abiertos, andaluces sinceros, levantinos refinados, gallegos sedentarios, isleños hospitalarios y extremeños trabajadores.

Quiere esto decir que ser español – y más aún, persona – depende de cada cual y no de la zona geográfica donde habita, por mucho empeño que pusiera Salvador de Madariaga en atribuir a los españoles como vicio capital la envidia, ya que muchos compatriotas no la practican ni forma parte de su vida.

Los españoles, como el resto de los humanos, no somos de ninguna forma de ser que permita encasillarnos sin caer en el error, porque cada ser humano es especie única e irrepetible, por mucho que algunos pretendan encasillarnos con el fin de meternos a todos en el mismo cesto.

ELECCIONES A LA VISTA

ELECCIONES A LA VISTA

Gallegos y vascos están convocados a las urnas, y los aspirantes a poltronas institucionales de todos los partidos han comenzado a cargar su artillería contra los enemigos políticos sin previo aviso, en el mismo escenario teatral  de elecciones precedentes, con idénticos protagonistas, semejantes amenazas mutuas, parecidos atrezzos y análogas mentiras.

Ganarán los actores que mejor engañen al pueblo. Los que tengan mayores habilidades para no decir lo que piensan hacer. Los que finjan ser lo que no son. Aquellos que prometan lo que no van a cumplir. Y quienes mejor representen su papel de salvadores del pueblo, cuando en realidad sólo les interesa su propia salvación.

Sabiendo todo esto, el pueblo hará cola en los colegios electorales con la esperanza de lograr lo que sabe de antemano que será imposible conseguir: que los elegidos se pongan al servicio de los ciudadanos, sometiendo sus intereses personales al bien común. Que los dirigentes superen la mediocridad que invade los cargos públicos. Que la incompetencia y que el carnet del partido no sea el banderín de enganche a la poltrona. Que las mentiras y falsas promesas no queden impunes ante los tribunales.

Pero no os hagáis ilusiones, porque nada de esto será posible.

ES HORA DE PARTIR

ES HORA DE PARTIR

Con la saudade nostálgica de cada año, he cerrado la maleta del alma con mis mejores recuerdos de este año y me voy a la estepa castellana, dejando en los verdores gallegos abrazos renovados y nuevas amistades duraderas en el tiempo.

Es hora de partir con la duda del regreso, porque el futuro se estrecha cada vez más y la incertidumbre planea sobre lo venidero, sin anticipar la venturosa profecía del regreso a esta tierra tan querida.

Tomo la mano de Rosalia para despedirme de vosotros, pensando si nos veremos algún día:

Adiós os meus amigos

e aos recordos pequenos;

adios, vista dos meus ollos:

non sei cando nos veremos.

A vosa terra, vosa terra,

la terra que tanto amo,

hortiña que quero tanto,

amistades que prantei.

¡Adios, ata pronto, adios!

¡Adios Julio! ¡Adios Marián!

¡Adios Marisa y Ceferino!

¡Adios Begoña y Santiago!

¡Adiós Ángeles y Sofía!

¡Adios a Domingo y Ana!

¡Os deixo aquí na vosa terra,

deixo a aldea que conozo

por un mundo que me espera!

Deixo amigos, por amigos,

deixo a veiga polo mar,

deixo, en fin, canto ben quero…

                                    ¡Quen pudera non deixar!…