A PROPÓSITO DE UNA VISITA
Un destacado magistrado de la asociación Jueces para la Democracia que se ha desplazado a Salamanca con su mujer e hija, para ver la exposición de dibujos de Unamuno que se muestra en la sala de exposiciones del Patio de Escuelas Menores, me pidió que le acompañara en la visita, y quiero agradecerle a Julio Picatoste la nueva oportunidad que me ha dado de comprobar, una vez más, que por encima de las togas judiciales están las personas con toda su dimensión humana y humanista, aunque en el cuerpo judicial abunden más las sentencias que el arte o los versos.
Para quienes hemos dedicado tantos años a la vida y obra de don Miguel, satisface de manera singular encontrar personas que comparten el principal lema de Unamuno, defendiendo la verdad por encima de la paz. Pero si tal actitud es la primera convicción de un juez, la satisfacción es doble.
Desde foros religiosos, políticos y periodísticos, se reclama un rearme ético en la sociedad que no llegará por parte de quienes más cacarean su falta. Mantengo con sentida convicción que la salvación de los valores morales sólo puede venir de los tribunales de justicia, aunque lo deseable sería que llegase de la certidumbre doctrinal laica en una convivencia social basada en la verdad, el respeto, la generosidad y la solidaridad.
A falta de ello, sólo queda esperar el día de la justicia en que los politiqueros purguen sus engaños pegados a los remos de galeras perpetuas; los corruptos se pudran en los estercoleros donde habitan; los explotadores sientan en sus espaldas los látigos que aplican; los estafadores sean víctimas de sus propios engaños; los mercaderes de favores se arruinen en los mostradores; …. y los sufridos ciudadanos vivamos felices entrelazando las manos.