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REY A LA FUERZA

REY A LA FUERZA

Unknown

Al carecer los visigodos de un sistema reglado para la sucesión al trono, los reyes elegían a sus sucesores, convirtiendo la monarquía electiva en un método designatario del que se benefició España cuando los godos obligaron a Wamba a tomar las riendas del país, cumpliéndose así las palabras de Confucio de que “los mejores gobernantes son aquellos a los que se obliga a aceptar el puesto”, lo que viene a decir que no son buenos reyes los que heredan el trono sin ser obligados a llevar tan “pesada carga” sobre sus hombros.

Esto sucedió en España a la muerte de Recesvinto, cuando nobles y prelados se reunieron en Gérticos para ofrecer el trono al anciano Wamba que se encontraba arando sus tierras cuando le visitaron para su nombramiento, a lo que éste se negó, continuando su tarea con total desprecio a la oferta.

Ante la insistencia de los comisionados, aceptó acudir a la asamblea popular donde un noble le amenazó con cortarle la cabeza dándole un golpe de espada si rechazaba el cargo, lo que forzó al campesino a ocupar el sillón real, en contra de su voluntad.

Después le costó mantener el poder superando dos conspiraciones para destronarlo, cayendo a la tercera intentona ante la ambición del noble Ervigio, que puso un brebaje aletargante en su copa y le cortó los cabellos para expulsarle de la estirpe visigoda, recluyéndose en el monasterio burgalés de Pampliega hasta su muerte.

Hoy las cosas han cambiado mucho porque los reyes exigen serlo, son impuestos por dictadores, visten uniformes militares, se casan con mujeres “profesionales”, son inviolables e irresponsables, andan ligeros de bragueta, matan por placer animales, son glorificados eternamente por acciones de militares golpistas, reciben adulaciones de beneficiados cortesanos, son protegidos por los políticos del reino y su intimidad está bien guardada en cofres de silencio por periodistas y cortesanos que destierran al olvido detestables realidades de la realeza real.