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Etiqueta: cárceles

DESAPARECIDOS

DESAPARECIDOS

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Millones de seres humanos han desaparecido en guerras, dictaduras y dictablandas, sin que los gobiernos se hayan preocupado demasiado en dar con su paradero, sea cual fuere el rincón del mundo donde permanecen ocultos sus huesos en la tierra, tras servir de alimento a los gusanos.

Sabemos que muchos de ellos convivieron en sótanos, cárceles y galerías nocturnas antes de ser asesinados, entrecruzando miradas opacas de dolor, profundos suspiros resignados al exterminio y respiraciones entrecortadas, mientras en la superficie la ciudad dormía ajena a su tragedia.

Tras la matanza quedaron todos desnudos y amontonados en el suelo sobre sus excrementos, sin rostros en las fotografías ni mortaja de alivio, con insultante impunidad para los matarifes y, en algunos casos, con los dioses por testigo.

Urge que la reja del arado se sorprenda arañando túmulos amorfos de peronés, tibias y costillas, ante la mirada sorprendida de los forenses al contemplar la procesión interminable de cadáveres mutilados, sin manos unos, algunos sin piernas, otros ciegos, muchos con el cráneo perforado y todos linchados.

En nombre de quién, o de qué, se cometieron los crímenes que se llevaron a tantas personas por delante, junto a sus amigos, y a los amigos de sus amigos. A todos. Porque se llevaron a millones de seres humanos, que hoy están desaparecidos en Argentina, Brasil, Uganda, Chile, Indonesia, Argelia, Sri Lanka, Tailandia, Turquía,…y las cunetas españolas, porque nuestro país es el segundo en el número de desaparecidos, por detrás de Camboya.

Los desaparecidos son los cotidianos murientes de interminables agonías. Seres numerados, sin nombres ni apellidos. Mártires ignorados de la intolerancia. Desconocidos ciudadanos, nominados en todas las latitudes con una apocalíptica palabra: desaparecidos.

¡AQUELLOS TIEMPOS DE CÁRCELES…!

¡AQUELLOS TIEMPOS DE CÁRCELES…!

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Viendo correr la impunidad a galope tendido por la piel de toro, sin bridas ni freno que la detenga, espoleada por políticos y sin obstáculos sociales, ni sentencias judiciales condenatorias, ni estancias en alojamientos penitenciarios, sólo cabe añorar la década de los años noventa cuando pasaron una temporada a la sombra personajes de mejor catadura de los que ahora sonríen a los ciudadanos desde la tribuna de la impunidad.

Pusieron sus huellas digitales en la ficha de internos carcelarios, algunos privilegiados dirigentes que hoy no pasarían a la trena porque las togas andan lentas y los tribunales despistados desde que la justicia se ha quitado la venda, desequilibrando la balanza a favor de quienes no merecen favores.

Entre los huéspedes que durmieron en Alcalá-Meco estuvieron Mariano Rubio, Concha, Tamayo y Quesada, por defraudar a la Hacienda Pública a través de Ibercorp, siendo obligado el primero de ellos a dimitir de su cargo como Gobernador del Banco de España, algo que no sucede hoy.

¿Recuerdan ustedes dónde acabaron los que metieron mano en la caja pública de los fondos reservados malversando nuestro dinero? Pues eso. Si hubiera ocurrido hoy, Barrionuevo, Vera y el sinvergüenza de Roldán, estarían paseando impunemente por las calles protegidos por guardaespaldas, como hacen todos los que han estafado a los ciudadanos esquilmando las arcas públicas, sin que nadie se haya atrevido todavía a ponerle el cascabel al gato, es decir, a dictar sentencias en vez de censurar la situación a cencerro tapado.

Impunidad que disfrutarían hoy los banqueros Mario Conde, Romaní, Lasarte y Escolar, que lucieron entonces trajes a rayas por falsear documentos y apropiarse de algunos millones de euros, nada comparables con las cantidades arrapiñadas por los “cajeros” que han arruinado las Cajas de Ahorros, llevándose hasta los lapiceros y desplumando a miles de ciudadanos indefensos, que ven con desesperación como los estafadores viajan en limusina camino de paraísos fiscales.

Por delitos incomparablemente menores a los cometidos por muchos políticos que todavía permanecen en escaños, poltronas y sillones “reales”, no ficticios, el presidente cántabro Hormaechea fue condenado a seis años de prisión y 14 de inhabilitación.

Con estos ejemplos bastan para comprender la indignación del pueblo viendo sonreír en la pantalla con prepotencia insultante a los presuntos: Bárcenas, Rato, Urdangarín, Torres, Cristina,  Camps, Matas, Villegas, Encina, Rivas, Fernández, Álvarez, Iglesia, Orozco, Pujol, Blanco, Tous, Masallés, Millet, Crespo, Cuesta, Berzosa, Carrillo, Blasco, Martín, etc. etc. etc.

PREGUNTAS SUELTAS

PREGUNTAS SUELTAS

Hay preguntas escatológicas sin respuesta, y preguntas que no vale la pena responder.  También circulan preguntas innecesarias por la obviedad de su respuesta, y preguntas sueltas, que van de mano en mano por los mentideros de pueblos y ciudades, dando cabezazos contra las paredes sin que nadie se preocupe de ellas, como estas:

¿Por qué existe tanto empeño en salvar un sistema que está hundiendo a la gran mayoría de ciudadanos, sin buscar alternativas que liberen a futuras generaciones de los quebrantos que nosotros estamos padeciendo?

¿Quién sabe la manera de frenar el ataque inmisericorde y brutal que se está llevando a cabo contra las pequeñas economías domésticas y los servicios públicos fundamentales como la sanidad, la educación y la justicia?

¿Hasta cuándo va a mantener el Gobierno el visor de campaña en los inocentes ciudadanos, asalariados, funcionarios y parados, desviando su mirada de los responsables que pasean en yate por la costa tras haber arruinado las Cajas?

¿Cómo puede agilizarse la justicia para evitar que corruptos, ladrones y sinvergüenzas lleguen al descanso eterno sin haber pasado algunas noches de insomnio en las cárceles al ver sus arcas vacías por devolución del dinero robado?

¿Cuándo dejaremos de ver sentados en sillones oficiales de Instituciones públicas a tantos zánganos, chupópteros, depredadores, incompetentes, cínicos y gandules, apropiándose de un cortijo que no les pertenece?

¿A qué espera el pueblo para alzarse contra la hipocresía de un sistema antidemocrático que empapela las ciudades con seductores carteles y proclamas de valores democráticos, masacrados por los estafadores que se benefician de la farsa?