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Etiqueta: Canal de la Mancha

ARMADA VENCIBLE

ARMADA VENCIBLE

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No fue invencible la Armada Invencible enviada por Felipe II en 1588 para invadir Inglaterra y destronar a la protestante Isabel I, sino vencible porque cayó derrotada por los cañones ingleses, llevando la guerra donde nunca tenía que haber llegado, en defensa de un catolicismo enfermizo, estimulado por los doctrinarios de la falsa paz y engañoso amor fraterno.

El visionario guerrero real armó la Grande y Felicísima Armada española con efectivos guerreros llegados de Portugal y Flandes, poniendo al mando del incompetente Alonso Pérez de Guzmán decenas de barcos encañonados que pasaron por el Canal de la Mancha con aviesas intenciones contra los ingleses.

Las malas condiciones meteorológicas fueron el pretexto encontrado por el Imprudente Felipe II para justificar la derrota, quejándose de no haber enviado los barcos a luchar contra los elementos, sino contra los ingleses, que hicieron volver las tropas supervivientes a España con el rabo entre las piernas.

Han pasado de esto 424 años y todavía se oyen en el canal los ecos de las carcajadas inglesas recordando los tres errores de bulto cometidos por las católicas tropas españolas. Primero, considerar que los ingleses eran la mitad tontos y la otra mitad bobos. Segundo, que no es posible camuflar 127 barcos en el estrecho. Tercero que los soldados flamencos no estaban preparados para embarcar contra los hijos de la Gran Bretaña.

De nada sirvieron los rosarios que rezaron diariamente los soldados, ni las misas de campaña en las cubiertas de los barcos, ni las imágenes de Cristos, Vírgenes y santos que ondearon en los mástiles, ni las peticiones de un anticiclón, ni las imploraciones a Dios pidiendo “Álzate Señor en nuestro favor y defiende tu causa”.

ORFANDAD DE LA RADIO

ORFANDAD DE LA RADIO

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Todos los sonidos que percibimos a través del aparato de radio nos llegan desamparados, con la orfandad propia de quienes no tienen padre que proteja su desvalimiento en la historia, porque son varios los progenitores que se atribuyen la paternidad de este singular invento que nos entretiene, informa y acompaña en lugares inaccesibles para la imagen.

Probablemente fue Tesla el primero que dio con la clave de las emisiones de radio en la década de los cuarenta del siglo XIX, consiguiendo que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos dictaminara la legitimidad de su patente, reconociéndole el mérito de su invención, pero sin comunicarlo a la opinión pública. Tal circunstancia fue aprovechada por el italiano Marconi, quien patentó la radio en el Reino Unido años después, siendo rechazadas ambas patentes por Rusia que atribuyó el invento a publicaciones anteriores de su compatriota Alexander Popov.

Sea como fuere, la radio vive entre nosotros porque Guillermo Marconi la comercializó, mereciendo por ello los honores y felicidad que le negó la vida por mantener relaciones sexuales con su hermana pequeña, teniendo varios hijos con dificultades mentales, al añadirse un cromosoma al par 21 del cariotipo celular de los descendientes.

Realizó Marconi comunicaciones inalámbricas entre las ciudades de Dover y Boulougne, situadas en sendas orillas del Canal de la Mancha, antes de cruzar el Atlántico y asentarse en Terranova para recibir un día como hoy de 1901 la primera señal de radio transatlántica enviada desde Inglaterra, en forma de letra “m” en código morse, tras recorrer 3.360 km a través del océano.