¡ DIOS DIRÁ !
Bueno, pues ya tenemos la clave para resolver todos los problemas que tenemos encima y salvar nuestro futuro personal y colectivo, poniendo en manos de Dios nuestra vida y hacienda, para que Él decida qué hacer con nosotros.
Esto es lo que nos recomienda el testimonio vital hecho público ayer por Alfredo Pérez Rubalcaba a través de la pequeña pantalla, sin reparar que Dios estaba en ese momento despachando asuntos más importantes tras las ventanas del Vaticano, junto a sus más inmediatos colaboradores.
En fin, que la suerte está echada y este químico orgánico se propone retornar a los tiempos bíblicos en que Dios era causa única de cuanto sucedía, fuente de vida, sumidero de esperanzas, origen de la felicidad, suprema justicia, alfa y omega de la existencia.
El candidato Rubalcaba ha tirado la toalla, sustituyendo indignación por resignación, al dejar su porvenir en manos de Dios, indicándonos con su decisión el camino a seguir en estos tiempos desesperanzados.
Esta declaración de rendimiento a la voluntad celestial inspirada en el libro sagrado, tuvo lugar ayer por la mañana en un programa rosa, dirigido por Rosa, en la cadena televisiva más rosa, del rosado mundo del papelín. Al preguntarle la plagiadora universal al aspirante socialista por su futuro si perdiera las elecciones, es decir, al preguntarle qué va a hacer tras el fiasco electoral que le espera, Alfredo respondió compungido: ¡Dios dirá!
Pues venga, sólo nos queda rezar y esperar que la misericordia divina le ampare a él, y nos ampare a todos los humanos, porque vamos a necesitar su protección.
Yo pensaba que después de llevar 29 años sin ver un anillo bencénico, este político de raza tuviera curiosidad por percibir la resonancia del ciclohexa-1,3,5-trieno, pero no. En sus oídos sólo resonará la palabra de Dios decidiendo su porvenir, la misma noche del fracaso.
¡Bendito sea, pues, por siempre, el Señor!