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Etiqueta: árabe

MEDIOCRE CLASE MEDIA

MEDIOCRE CLASE MEDIA

Unknown

Afirma un sabio muy hondo en las ondas, que la clase media es la más castigada por los recortes y la que más está sufriendo la crisis provocada por la clase alta, olvidando que la clase baja está por los suelos, mientras la clase media soporta con resignación cobarde las banderillas negras que le están poniendo en los costillares, sin decir esta boca es mía.

A comienzos del siglo pasado circulaba un refrán que decía: el sultán, pega al árabe, el árabe al moro, el moro al judío y el judío al burro. Y como el burro no tiene a quien pegar, tira coces al aire…. En esta cadena de castigos, el sultán es el poder financiero; el árabe es el Gobierno; el moro la clase alta; el judío la clase media; y el burro la clase baja.

Cabe esperar que el burro, harto de recibir palos, propine coces al judío, pero no es probable que continúe la inversión de la cadena, porque la clase media no parece dispuesta a moverse del sillón, conformándose con la supervivencia en medio de la catástrofe, maniatada por la tibieza y el conformismo, mientras golpea a la clase baja con la indiferencia, permitiendo que ésta siga en la miseria a la que está condenada a vivir.

La mediocridad de la clase media hace posible el asentamiento de los mediocres en las Instituciones públicas, oficializando así la mediocridad institucional votando a los mediocres, sin darse cuenta que estos no van a sacarles las castañas del fuego, porque sólo buscan satisfacer ambiciones personales, otorgadas por urnas escasamente democráticas.

¿JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD?

¿JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD?

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Con este título, sin interrogantes, se anuncia la celebración propagandística que la jerarquía católica ha organizado en combinación con el gobierno español, para publicitar una religión que cuenta desde hace siglos con el discriminatorio favor de mandatarios y fundamentalistas de sacristía, mientras los creyentes comprometidos con la doctrina están pasando hambre en Somalia con sus hermanos, en nombre de Jesús, lejos de cantos, guitarras, panderetas y pancartas.

Escribo esto sin caer en la vulgar tentación de criticar lo evidente, porque las razones expuestas para la visita papal no la justifican, la inoportunidad del momento es incuestionable, el coste que representa ofende al sentido común y la falta de solidaridad la descalifica. Pero el título dado a la convocatoria  exige una matización que evite confusionismos en mentes ingenuas.

La juventud abarca una edad que se sitúa entre la infancia y la edad adulta, sin que puedan precisarse los años que abarca, aunque en 1983 la ONU estableciera entre los 15 y 29 años la edad juvenil. Por otro lado, la OMS propuso como juventud plena la edad entre 20 y 24 años, asignando a la pubertad la comprendida entre 10 a 14 años, y a la adolescencia de 15 a 19.

Habitualmente las concentraciones y movimientos juveniles van siempre acompañadas del “apellido” correspondiente que determina el sector de la juventud a quien se dirige la convocatoria. Así sucedió, por ejemplo, en 1968 con los movimientos estudiantiles que se agitaron en Francia y México; o en los años 2010 y 2011 con la participación de jóvenes en la Revolución Democrática Árabe. Es decir, en el primer caso se convocaba a los estudiantes y en el segundo a la juventud árabe.

¿Qué religión promueve y convoca la XXVI Jornada mundial que tendrá lugar en Madrid del 16 al 21 de agosto? Pues la católica, apostólica y romana. ¿Alguien piensa que a ella asistirán jóvenes ateos o agnósticos? Pues no. ¿Se espera que acudan el domingo al aeródromo de Cuatro Vientos jóvenes musulmanes, budistas o judíos? Pues tampoco.

Entonces parece razonable pedir a los organizadores que modifiquen la nominación de la convocatoria para ajustarla a la realidad, sin disfrazar la verdad con falsas expectativas que confunden la parte con el todo, pretendiendo abarcar en la cita a un gran sector de la juventud que no les pertenece.

Es por eso que pedimos titular la convocatoria como JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD CATÓLICA, para servir a la verdad que el octavo mandamiento de su ley exige, dejando a otras conmemoraciones que lo merecen las convocatorias a toda la juventud del mundo, como hoy, que se celebra el DÍA INTERNACIONAL DE LA JUVENTUD, desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas lo decidiera el 17 de diciembre de 1999.