BOTARATE
Agradezco en esta entrada a un famoso político su esfuerzo por aumentar nuestro vocabulario, ya que las palabras, gestos y actuaciones de este personaje venido a más por el milagro político, ponen en evidencia las limitaciones de nuestro léxico, obligándonos a definir nuevos términos en el diccionario que expliquen su comportamiento.
La anástrofe es una inversión en el orden de las palabras de una oración para conseguir un determinado efecto, pero si la finalidad pretendida es inducir a error o engañar haciendo afirmaciones falsas con apariencia de verdad, entonces las cosas cambian. Es decir, cuando se intenta hacer bueno un razonamiento falso, la trampa se llama falacia. Por eso la nueva figura literaria que define la actitud de este sofista de nuevo cuño recibe el nombre de anastrolacia, y él, como practicante modélico de tal doctrina polítiquera, que ejerce su oficio ataviado con adefesios benefactores de intereses propios, camuflados en donaciones inexistentes, merece llamarse anastrolácico, paradigna de cinismo y cara cementada.
Venga, no vamos a darle más vueltas: alguien implicado judicialmente hasta las trancas en un grave caso de corrupción propone que se dote con más recursos a la justicia para que los procesos judiciales se resuelvan pronto, por jueces independientes y honrados, sin contaminación política alguna.
Declaraciones de este imputado que están provocando un colapso en los centros sanitarios, bloqueando los servicios de urgencia de los hospitales porque a la mitad de españoles se le han desencajado las mandíbulas por las carcajadas que ha provocado el cinismo de este sujeto. Y la otra mitad de ciudadanos está en tratamiento psiquiátrico por la irritación que les ha producido semejante insulto.
Ahora falta saber cuál va a ser la reacción de los afectados cuando recuperen la movilidad de sus mandíbulas y el entendimiento. Pero la lógica mental, el sentido común y el respeto a uno mismo debería condenar a galeras la arrogancia, cinismo y desprecio con que este líder político ha fustigado la inteligencia de sus vecinos.