ABUCHEO AL APLAUSO
Fui crítico en su día con la ministra italiana de Trabajo, censurándole sus lágrimas de cocodrilo el día que saltaron de sus ojos ante las cámaras de televisión al pronunciar la palabra “sacrificio”, mientras anunciaba las medidas de ajuste que había decidido aplicar el Gobierno de Monti, en Consejo de Ministros. Incluso llegué a pedirle que supliera el llanto con la dimisión.
Creo que me equivoqué, después de ver las risas y el entusiasmo con que han aplaudido los congresistas populares, puestos en pie, los duros recortes propuestos por su jefe de filas sin mostrar el mínimo gesto de dolor.
Guardando silencio, los efectos habrían sido los mismos, evitándonos a los ciudadanos el bochornoso espectáculo de ver a nuestros representantes vitorear la ruina que acecha a muchas familias.
Elsa Fornero tuvo al menos el detalle de expresar su dolor, – real o fingido -, antes quienes más iban a sufrir las medidas que anunciaba. Sus lágrimas mostraron la solidaridad, – real o fingida -, con los más desfavorecidos. Sus palabras entrecortadas revelaban una aflicción, – real o fingida -, compartida con el tartamudeo de los vecinos que castañeaban los dientes de temor ante lo que se les venía encima.
Nada de esto vimos ayer en el Congreso, sino todo lo contrario. Por eso, quiero abuchear desde aquí aquellos aplausos, porque evidencian lo que todos sabemos: que a los diputados no les afecta el castigo, porque nadie aplaude quebrantos para él y su familia, por muy justificados que éstos sean.
Un comentario en «ABUCHEO AL APLAUSO»
Yo en mi vida he visto gente mas resentida que la de misa diaria y golpes de pecho, a lo mejor piensas que soy una exagerada pero lo cierto es que a mi me parece que hasta obtienen placer en fastidiar a los demás, porque sus ideas parten de un totalitarismo sin parangón , lo que en realidad les gustaría es una dictadura férrea fascista , pisotear la cabeza del que no piense como ellos.
Aquel que no está con ellos está en su contra, son sectarios intentan llevarte siempre a su terreno y te estoy hablando a nivel de la calle yo misma tengo amigos del PP que aprovechan cualquier momento para predicar a favor de la causa.
Me recuerdan a los caciques de los años 50. Creo que de ahí viene su frustración ahora no pueden tener el poder absoluto, aunque lo intentan con todas sus fuerzas.