A pesar de los pesares, de las piedras en el camino, de los tropezones, las caídas, los desánimos, las frustraciones, dolores y decepciones, siempre hay una voz que nos anima, un gesto que nos ayuda, una mano que nos levanta, una esperanza inesperada, una sonrisa alegre, un proyecto ilusionante, un deleitoso poema, una vela en la oscuridad, un beso seductor y un pétalo dispuesto a aromatizarnos cuando alguien remueve el estercolero.