EL TUITERO BENEDICTO
El bendito y bien nombrado Benedicto, pastor de la grey católica, se ha hecho tuitero como gesto de modernización de una jerarquía eclesiástica que vive ideológicamente al margen de los tiempos, testimonialmente alejada del evangelio y doctrinalmente anclada en el Concilio de Trento.
En el primer tuit enviado a sus queridos amigos se une a ellos con alegría, les da las gracias por su generosa respuesta y les bendice. Bien está la unión, la gratitud y la bendición, aunque nada de ello hiciera falta porque sus espíritus están unidos, la gracia divina es gratuita y la bendición papal es un bálsamo que consuela sin resolver.
El tuit fue enviado pulsando la tecla en el iPad pontifical, escrito en inglés, tras una audiencia en italiano, cuatro rezos en latín, tres advertencias en alemán, dos saludos en español y una despedida en francés, alcanzando en pocas horas los ¡83.000 retuits!, sumando, eso sí, las ocho cuentas oficiales que tiene en inglés, español, portugués, italiano, francés, polaco, alemán y árabe, colocándose Benedicto como el autor del quinto tuit más replicado en todo el mundo.
Bienvenido sea el vicario de Dios en la tierra a esta terrenal red social donde disfrutará con el aplauso de la mayoría de sus fieles, aunque no falte algún endemoniado que se cuele de rondón para decirle lo que no quiere oír, y los consejeros alivien su dolor ocultándoselo.
Salud, larga vida a la cuenta @pontifex y que Dios acompañe a Benedicto XVI, pero que nunca le falte, por si acaso, la ayuda de Thaddeus Jones, del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales; el consejo de Claire Díaz Ortiz, de Twitter; el apoyo incondicional de los cuatro estudiantes de la Villanova University romana, empleados en el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales; y el refuerzo de la periodista mexicana Katia López-Hodiyan.